7.

3.1K 581 267
                                    

Michael no dejaba de mirar a Luke mientras este contaba una historia, ni siquiera le prestó atención y se sintió mal por eso, pero era muy distraído y le gustaba demasiado ver al pequeño rubio.

— Creo que deberíamos dormir. —susurró Luke jugando nervioso con sus dedos, quizás él no lo sentía pero para Michael estaba siendo muy brusco y no quería que Luke se lastimara.

— Sí, deberíamos. —sonrió Michael reemplazando los pequeños dedos de Lukey por los suyos, Luke comenzó a jugar con ellos con mucha delicadeza.

Ambos se acostaron en la cama de aquel hospital, el más pequeño jaló las sábanas hasta ellos y cerró sus ojos, no iba a dormir aún pero sentía sus ojos pesados. Michael buscó a ciegas su mano, susurrando un 'lo siento' para Luke por haberlo asustado.

— No puedo dormir con alguien y no tomar su mano o abrazarlo. —susurró Michael.

— Entonces deberías abrazarme.

Michael sonrió y envolvió a Luke en un delicado abrazo, su cabeza estaba en el hombro del menor y aún no soltaba su mano. Luke pensó por unos minutos, hasta decidirse y pasar su brazito por debajo de Michael y acercarlo más a él.

Esa noche Luke no se sintió sólo.

[•••]

Luke, es hora. —murmuró su madre entrando a la habitación y dejando un bolso en el sillón al lado.

Luke abrió sus ojos poco a poco, pero sentía una molestia en su ojo izquierdo. Comenzó a tallarlo con desesperación porque realmente le molestaba, su madre lo notó y fue directo a él y quitó su mano para examinar mejor.

— No hagas eso, pequeño. Parece que tendrán que revisarte después.

Luke asintió y se giró en la cama, abrazando a Michael nuevamente, quien estaba bastante aferrado a él y solo miró la fría e insípida habitación.

— Tu ropa está aquí, tendrás que esperar hasta las cuatro para ponértela porque se va a arrugar mucho si lo haces antes. —le indicó su madre, ese día no usó aquél tono que Luke llegaba a escuchar comúnmente.

— ¿Papá estará ahí? —cuestionó el rubio.

— Sí. —suspiró la mujer.

— Mami, quiero hacer algo por ti. —le dijo el niño sin verla.— Quiero irme con papá.

— ¿Qué?

— Si estoy con él tú no gastarías tiempo en mi y serías más feliz sólo con mi hermana. Quiero que estés feliz.

— Luke...

— ¿O papá tampoco me quiere? —preguntó abrazando más fuerte a Michael. — ¿Por qué no me quieren?

Luke no estaba reclamando por nada de eso, él solo quería saber porque siempre lo único que tenía era el rechazo de sus padres y qué tenía que hacer para que eso cambiara. Su madre no le dijo nada, solo permaneció en su lado de la habitación mientras pasaba sus manos por su cabello. El ojo de Luke comenzó a irritarse aún más, cuando lo cerraba su ojo comenzaba a llorar y eso no le gustaba.

La enfermera entró preguntando si Luke no sentía ninguna de las molestias a estas alturas, las primeras semanas fueron un infierno para él porque la picazón era demasiada y él no sabía que hacer para que parara. Él negó y Michael abrió un ojo, escondiéndose al ver a la madre y la enfermera en la habitación.

— Pasaré en un rato a verte. —le informó Marie.— Tu madre comentó ayer que hoy saldrás, estaré aquí por si necesitas ayuda. Ahora debo llevarmela, necesita firmar unas cosas.

Asintió y quitó las sábanas de la cabeza de Mikey cuando la puerta se cerró. Michael lo miró con sus ojos verdes demasiado abiertos, mientras le sonreía apenado de haberse escondido.

— Mikey. —susurró Luke, como si no quisiera que nadie más los escuchara aunque estuvieran completamente solos.— ¿Qué tengo que hacer para que alguien me quiera?

— Nada. —respondió.

— ¿Nada?

— Sí, nada. Porque tú ya tienes todo para que alguien te quiera; eres lindo en todos los sentidos posibles y es imposible no quererte.

— ¿Y por qué mis papás no me quieren?

— Sí lo hacen, sólo que a su manera. Te quieren demasiado, ¡muchísimo!

Luke suspiró y abrazó a Michael una vez más.

— Quiero un helado.

— Todos queremos algo en la vida. —rió Michael al sentir cosquillas porque Luke había soplado en su cuello.

— ¿Sí? ¿Tú qué quieres?

Michael pareció pensarlo unos momentos, sólo para molestar a Luke. Cuando el más pequeño no dejaba de insistir en saber, finalmente habló.

— Yo quiero a Luke Hemmings siempre conmigo.

[ᅝᅝ ᅝ]

Y es momento donde me cuestiono en qué pensaba al escribir esto

M + LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora