— Luke. —le llamó su madre desde la cocina.
Luke regresó de la sala hasta la cocina y vio a su madre sentada en una pequeña pero amplia barra donde comían.
— ¿Sí?
— Quiero hablar contigo.
— ¿De qué? —preguntó tomando asiento frente a su madre.
— Tu padre cree que eres aún un niño pero creo que puedes manejarlo bien. —habló seria sin detenerse a que Luke se hiciera una idea de eso.— Hemos optado por el divorcio.
Esto no alteró a Luke, había escuchado la palabra "divorcio" muchas veces viniendo de su padres los últimos años que ya no se sentía alarmado o algo así. Seguramente sólo decían eso debido a sus recientes problemas y estaban cansados, nuevamente, de ellos mismos pero no significaba nada. Natalie vio que no obtuvo respuesta negativa por su parte y supo que su hijo pensaba que era algo habitual; se sintió mal de que él viera el divorcio como algo normal, a pesar de la casi inexistente relación que tenían ella no quería que creciera con esa idea, no quería ver a su hijo en un futuro hablando de algún divorcio como si fuera el clima. Que Luke, en algún momento de su vida, peleara con su esposa y propusiera el divorcio como si no fuera nada. Ella quería que él no cometiera tantos errores como lo hicieron sus padres.
— ¿Y?
— He firmado, Luke. —le dijo en voz baja.
Entonces supo que ya era algo real, era un hecho. Su madre ahora estaba a un lado de él esperando continuar su plática.
—Pe-pero... Se supone que... Uh, uh... Mami, no.
Por primera vez en muchos años, vio a su hijo de diferente manera. Lo vio como su pequeño niño que sufría por las malas decisiones que habían tomado, sufriendo por algo que ella había causado. Nunca lo vio como alguien a quien tenía que proteger a como diera lugar, se suponía que él estaba bien porque tenía todo, pero tal vez no a su madre como debería.
Recordó la primera vez que lo tomó en brazos, era un pequeño bebé muy tranquilo, estaba dormido la primera vez que lo cargó y no lloró en cuanto despertó, solo observó a su madre y volvió a dormir con tanta paz que supo que iba a ser un buen niño, iba a ser su orgullo. Pensó que era lo suficientemente fuerte para estar solo, él saldría adelante mientras tuviera su educación y lo necesario para vivir, tal vez no necesitaba tanto de ella; entonces, con un pequeño Luke de tres meses, volvió a su demandante trabajo, sin saber que esos tres meses pasados iban a ser los que más tiempo le dedicaría a su niño en los siguientes trece años.
— Luke, pequeño... —murmuró su madre abrazándolo. Estaba al borde de las lágrimas.— Lo lamento, lo lamento tanto...
— No es tu culpa. —aseguró contra el pecho de tu madre.— Es lo mejor y... Está bien.
— No está bien. —negó la mujer.— Lamento tanto todo esto. Pero eso no va a cambiar las cosas entre todos nosotros.
— Ya estábamos listos para dos direcciones diferentes. —dijo Luke alejándose.— ¿Papá también lo hizo?
— No. Pero tiene una cita para hacerlo... Pronto.
— ¿Cuándo?
— P-pronto. —tartamudeó Natalie.
— Quiero saber cuando.
— Irá el 16.
— ¿Agosto?
— Este mes.
— ¡¿Este mes?! —gritó Luke.
— Sé que es algo rápido, pero lo hemos estado tratando desde hace tiempo y el día estaba bien... —paró de hablar cuando vio los ojos de Luke llenarse de más y más lágrimas. — Tu cumpleaños. —susurró pasando su delicada mano por el rostro del pequeño.— Lamento hacerte esto, Luke, lamento todo lo que hago mal contigo.
No supo que le dolió más en esos momentos, porque era demasiado. El hacerse a la idea de que era definitivo que sus padres estarían por su lado propio con ellos viéndolos en una fecha fija no le agradaba, tampoco que hasta esos momentos de su vida su madre le mostrara afecto porque ambos pasaban por un mal momento pero hubo algo que lo destrozó más que todo eso. Y fue el ver a Natalie, a su madre, a quien podía llamar la persona más fuerte que había visto (por no decir sin emociones), llorando frente a él y disculpándose por creer que no había sido buena madre, se disculpaba por haber terminado con una relación que ya nadie quería y hasta Luke lo comprendía y supo que no era algo por lo cual disculparse, ella y su padre estaban bien con eso y era lo importante, porque tal vez era lo que ambos necesitaban. Tal vez así ambos serían felices de nuevo.
Abrazó a su mamá con todo el cariño posible, solo para demostrarle que no había razón para estar triste. Quiso que supiera que había hecho lo correcto, no se sentía bien pero no se sentía tan mal pues ya estaban conscientes de que en cualquier momento llegaría, más no esperaban que fuera tan pronto.
— Tengo que ir a trabajar. —murmuró la rubia y acarició el suave cabello de su hijo.— Traeré pizza para la cena.
— Está bien. Haré pruebas para entrar al equipo de soccer, para el siguiente ciclo, hoy iré a un entrenamiento para presentar la prueba en septiembre.
Luke era un buen niño con el cual debió haber pasado más tiempo.
— Sé que lo harás bien.
— Confío que sí.
— Ten un buen día. —le dijo besándole la mejilla.— Te quiero mucho, Luke.
— Te quiero, mami.
Estaba saltando de la felicidad una vez ella salió por la puerta, estaba emocionado porque había hecho algo bien a los ojos de su mamá. Estaba aún confundido y triste por cosas obvias, pero fueron minimizadas por ese gesto.
Le deseó un buen día y le dijo que lo quería, por fin había llegado el tan esperado día.
[°°°]
No sé si recuerden, pero en los primeros capítulos Luke esperaba por que un día su mamá le demostrara un poco de cariño y le deseara buen día como a Karisma, entonces lo hice, sí.
A QUE NO EDPERABAN TRIPLE ACTUALIZACIÓN!!!
ahora sí nos vemos en el especial de navidad... mwntira no
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M + L
Random- La M soy yo, tú la L, el signo de más nos une ¿entiendes? - No. - ¡Perfecto!