Quédate Conmigo. (Segunda temporada de: Quiero que Regreses)

Capitulo 3

Miraba por la ventana de la habitación a la luna brillante que iluminaba la noche del 11 de diciembre. El aire frío chocaba con mi cara, dandome una sensación cálida pero a su vez fría, tenía mis ojos hinchados, de tanto llorar, ojeras, no había podido dormir bien, pero lo peor, estaba destrozada por dentro. 

Me abrace a mi misma con fuerza, la semana estaba empeorando cada dia que pasaba, peleas, discusiones, sentimientos encontrados, sueños que interrumpían mi descanso, realmente me sentía muy mal, y mi único apoyo, en esos momentos tan dificiles, era Baymax. ¿El por qué? era doloroso recordarlo, hace 2 días algo se quebrantó, y ni siquiera sabía la razón.

Flash Back.

Estabamos los chicos y yo en el Lucky Cat Café, eran las 7:00 pm y Hiro Hamada no llegaba a la casa, la preocupación nos carcomía los sesos, ni una llamada, ni un mensaje, ¡ni un whatsapp! Mochi se encontraba acostado en mis piernas, durmiendo su séptima siesta del día. Le acariciaba el mentón suavemente, me relajaba hacerlo. Aunque los demás no estaban tan relajados como yo. 

Honey llamaba a Hiro a su celular como loca, marcando su número tantas veces que hasta creí que llegaría a romper el teclado. Fred sólo podía pensar en comida, y los superhéroes, decía incoherencias como "¡Lo han secuestrado!" o "Debe dar la Baymax Señal" logrando que su CASI, pero NO, novia, GoGo le metiera un puñetazo.Está última se tronaba los dedos cada 5 minutos, dandole miedo a un Wasabi, alejado de todos en un rincón.

La tía Cass y su esposo habían cerrado el café antes, teniendo la idea de que posiblemente Hiro estuviera en la cárcel por una de sus estupideces de niño de 15 años. Pensaban salir a buscarlo pero en ese preciso instante, se abrió la puerta. 

-¡Hiro! -Su tía corrío a abrazarlo, duro unos minutos hasta que se separó, para después jalarle la oreja.- ¿Que son estás horas de llegada? 

Él no respondía, parecia ido del planeta, sus ojos reflejaban tristeza, pero su rostro reflejaba molestía.

-Hiro, es de mala educación no responderle a tu tía. -El Señor Carl le reclamó a Hiro, pero tampoco recibió respuesta.- 

Gogo se levantó de su asiento, malas noticias. 

-Muy bien, el niño bonito no quiere decir nada. . . -Ella se acomodaba sus guantes con cuidado.- Entonces hay que. . . 

-¡CÁLLENSE! -Exclamó Hiro, apartandose de su tía.- 

Cargué a Mochi y lo coloqué en el sillón, tratando de no despertarlo, acto seguido me levanté, no era normal que Hiro mandará a todos a callarse a menos de qué estuviera muy enojado, y al parecer hoy era ese día de que quería asesinar a todos, literal. 

-Hiro. . . -Lo mire preocupada, me mordí mi labio inferior ya que estaba nerviosa.- 

-¿Que quieres, ____? Ahora, no estoy de humor, ni tengo ganas de nada, no quiero que nadie me fastidie, que me llamen, o que me hablen, solo quiero darme una ducha e irme a dormir. -Fue lo que dijo antes de irse a su habitación.- 

Las pisadas de Hiro se escuchaban con fuerza, las escaleras incluso temblaron por semejante presión que les hizo. Desvie mi mirada al suelo, nunca me habia respondido de ese modo, aún cuando le dije que solo era un fantasma. 

Los chicos se miraron unos a otros y asintieron con la cabeza, Honey se acercó a mi, me susurró al oido las siguientes palabras. 

"Habla con él". 

Se despidieron de la Tia Cass y Carl y se fueron a sus respectivas casas. Respiré profundo, le hice un ademán a Baymax y me dirigí a la habitación de Hiro, la señora Cass me llamó, voltee a verla.