Quédate Conmigo. (Segunda temporada de: Quiero que Regreses)

Capitulo 31

Volvimos a la cueva sanas y salvas , los chicos estaban en silencio buscando comida ya que estabamos sumamente hambrientos. Cassidy estaba al tanto de las noticias y Cass cuidaba a Honey, quién estaba acostada. Inmovil, podía notarse el nerviosismo de todos pero Wasabi sentía esa culpa muy fuerte en su interior. Generalmente siempre hablaba, pero ahora se encontraba ido, callado, como si en su mente simplemente existiese la palabra "culpa". Me senté en un rincón junto a Baymax viendo a Hiro buscar leña para una fogata.

Si pudiera describir en una palabra a Hiro sería cansancio. Había luchado sin parar contra los enemigos y aún con todo mantenía una fuerza mental para estar calmado y brindarles seguridad a su equipo. Como bien me decía siempre, si él perdía el control, el grupo también. 

Gogo se durmió minutos después encima de las piernas de la tía Cass y seguidamente se durmió ella. Ambas estaban cansadas, me sorprendí de que aún tuviesen fuerzas para caminar y seguir, lo peor es que la batalla no terminaba, apenas era el comienzo de una guerra atroz que sacrificaría muchas personas inocentes. La noche cayó y todo estaba oscuro, exceptuando por la fogata de la cueva. Wasabi no aguantó más y se quedo dormido al lado de Baymax, Fred se acostó en un rincón junto a Cassidy y Hiro vigilaba.

Salí afuera de la cueva y me acerque con cuidado para no hacer ruido, él notó rapidamente mi presencia y me acarició el rostro una vez estuve a su lado. Me daba mucha pena, tenía moretones en su rostro, aruños, cortes.. su traje estaba destruido, odiaba el hecho de que nunca podiamos estar en paz, algo siempre nos interrumpía, primero mis padres, luego Shawn, ahora unos lunáticos, estar conmigo representaba problemas diarios.

-Hey, ¿que pasa? No me digas que piensas que es tu culpa. -Habló entre susurros mientras me abrazaba.-

-Es qué.. siento que de verdad lo es... todo lo que han hecho es para protegerme.

-No, estamos protegiendo la ciudad y al mundo, tu sencillamente tuviste la suerte de estar con Tadashi y conocer su idea.

Lo mire con los ojos cristalizados, amenazando con que lágrimas querían salir; no obstante, él beso mi frente y me abrazó con más fuerza, entendiendo por completo como me sentía.

-Tadashi nunca me habló de tí.. te tenía bien escondida.

-Lo extraño.

-Yo tambien.

Nos sentamos en una roca para ver el cielo estrellado. Los grillos se oían bastante fuertes y los buhos igual. Sentí como Hiro acariciaba mi pierna mientras seguía viendo las estrellas, me tome mi tiempo para observarlo, seguía enamorada de él como la primera vez, mi amor no cambió, mi Hirosiempre sería eso, mío, mi gran amor.

Un sonrojo más una sonrisa sumamente nerviosa se reflejó en su rostro, volteando a verme apenado. No entendía que le sucedía.

-¿Qué te pasa?

-A ti... ¿Te gustaba Tadashi? -Desvió la mirada a un lado sobando su nuca. ¡Hiro estaba celoso!-

-¿Por qué la pregunta? -Lo miré juguetona.-

-¡Solo contesta!

Reí, tenía mucho tiempo sin reír. Con las circunstancias que viviamos, una risa no me estaba permitida, pero era todo un dilema ver a Hiro celoso, estando incluso de su propio hermano.

-Eso ya paso... Pero no, no me gustaba.

El rostro de mi amado reflejaba confusión.

-Lo deje muy en claro siempre, Tadashi es mi mejor amigo. Aunque en un principio si desarrolle sentimientos por él, al final supe que no podría verlo de ese modo, era mi admiración, mi luz... Mi amigo..

Mi voz se quebro, llevandome una mano a la boca para silenciar mi llanto, Hiro volvió a abrazarme apoyando su cabeza en la mía, ambos extrañabamos a Tadashi, el se que nos ayudo a ser mejores personas, y por él estabamos aqui, luchando.

-Él estaría orgulloso... De nosotros. ¿No lo crees?

-Ya lo está.. Muy en el fondo, lo sé.

Me tomó de la barbilla, mientras limpiaba mis lágrimas con su pulgar, para seguidamente acercar su rostro a mi, yo cerré mis ojos; Hiro junto sus labios con los míos uniendolos en un beso lleno de amor y sentimiento, días sin poder transmitirle mi cariño, ya por fin podía hacerlo. De un momento a otro queriamos más, al punto de volver el beso más apasionado, nuestras lenguas jugaban entre si, abrazandonos el uno al otro. Varios minutos pasaron hasta que los pulmones exigian aire. Al separarnos, un sonrojo adornaba nuestros rostros acompañados de una sonrisa.

-Te amo. -Decía él, volviendome a abrazar.-

-Yo a ti.

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Dormimos un poco hasta que el sol nos despertó, sus rayos chocaban con los ojos obligandonos a abrirlos lentamente. Me levanté y vi a los demás comiendo unas frutas que habian conseguido por ahí. Wasabi me dio unas fresas, las comí gustosa, estaban listos para comenzar la busqueda de los cristales, minutos después se levantó Hiro, mostrandose sumamente cansado.

-¿Que haremos? -Preguntaba Wasabi tomando agua.-

-Bien... Como le expliqué a Gogo, los cristales estan dispersados por todo el bosque, es una lástima que no tenga el mapa, pero podemos separarnos en pareja hasta que alguno de ustedes encuentre uno. Baymax también será muy útil ya que al tener él un cristal podría alertarnos cuando consigamos otro.

-Es decir, el cristal atrae a los demás. ¿No? -Dijo Cassidy.-

-Exactamente.

-Entonces, está decidido, Gogo y Fred irán por el lado del volcán, Wasabi se quedará con Cassidy, tía Cass y Honey en la cueva, mientras que _____, Baymax y yo iremos por la selva.

La "novia" de Fred se molestó, colocandose a su lado.

-¡¿Por qué no puedo ir con Freddy?!

-Porque tú no tienes ningún tipo de arma, a pesar de que has sido útil estos días, lo mejor es que te quedes aquí ayudando a Wasabi.

-¡Pero!

-¡Está bien, Cassidy! -Le dijo Fred, acariciando su cabeza.- Estaré bien, solo procura ayudar mucho a Wasabi, y cuidar a Honey y a tía Cass.

Se veía molesta, pero aceptó, para la satisfacción de Gogo, quién seguía sin decir ni una palabra. Ambos se marcharon rápidamente al sitio dónde estaba el volcán, Cass abrazo a Hiro con fuerza, provocandole ganas de llorar.

-Cuidate, por favor. Tengan precaución.

-Lo tendremos, Tía Cass. Wasabi, cuidala.

-Yo me encargó.

Nos subimos en la espalda de Baymax y arrancamos hacía el oeste del bosque, dónde buscariamos los cristales. Me abrace a Hiro por la espalda, apoyando mi cabeza en ella, tenía mucho miedo de que pudiera pasar, a mis amigos, a la ciudad... A mi..No me importaba morir, con tal de que ellos estén bien y a salvo.

"A veces ser un héroe lleva sus consecuencias."

Morir por Hiro... Eso para mi, estaba bien. Después de todo... Vale la pena.