Quédate Conmigo. (Segunda temporada de: Quiero que Regreses)

Capitulo 11

Desde mi posición vi a una niña de más o menos 7 años de edad, jugando en las afueras de una casa, pero se encontraba sola, desanimada y sin ninguna clase de compañia, me dio lastima pues en cierta parte esa niña me recordaba a mi infancia llena de dolor y sufrimiento, tenía temor al acercarme, supuse que ella sentiria miedo, pero ¿que daño haría hablarle? no espere más y caminé poco a poco a esa dirección, los demás chicos correteaban con sus juguetes y bicicletas de un lado a otro ignorando el hecho de que podrían hacerme caer. La niña, se levantó de su lugar dejando su muñeca en el suelo, y se encaminó hacía un parque.

Pestañeé sorprendida, la seguí hasta que llegué a la entrada del parquesito, era muy bonito, césped fresco, toboganes, columpios, cajas de arena, todo lo que un parque tradicional tenía, los niños correteando por todos lados mientras sus madres se concentraban en leer un libro sentadas bajo un árbol o hablar con sus acompañantes.

La niña fue hasta la parte de los columpios dónde habia un joven más grande que ella esperandola para jugar, lo qué no era capaz de entender era por qué no podía verle la cara, sólo lo veía del cuello para abajo, quedé confundida pero sin embargo, la pequeña se veía tan feliz con él que sonreí bobamente pues me conmoví, ella tenía un amigo.

Por muy feliz que fuera, siempre habría algo que arruinaría esa alegria, pues dos adultos se acercaban a estos dos chicos, yo me exalté ¿que les harían? ¿por qué ellos? lo qué más susto me dio fue que sujetaron a la niña de la camiseta y se la llevaron, lejos de su amigo. Ella sólo gritaba pidiendo que la soltarán, la llevaban a una limosina, dónde estaba una mujer esperandolos. . . y esa era. . . 

¿Mi madre?

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Pasamos los siguientes 3 dias en el hotel de Chyoto, pero ya era hora de irnos, probablemente llegariamos a la casa de mi abuela en 8 o 9 horas, un largo camino, con Baymax llevandonos no sería un problema, pensé yo mientras arreglaba el bolso que nos regalaron en el hotel, como dije, los padres de Fred eran clientes favoritos por pagar grandes sumas de dinero y ser muy amigables con los del personal, por lo tanto nos brindaron un servicio fenomenal, dandonos ropa, bolsos, abrigos para el invierno entre otras utilidades personales. Meti la última ropa que quedaba y salí de la habitación con Wasabi quién se quería llevar los shampoos y toallitas húmedas ya que le harían mucha falta. 

El sueño de la noche anterior me tenía como ida, trataba de descifrar qué sucedía y por qué mi madre apareció en eso, agradecí al cielo qué Baymax no se dio de cuenta ni me escaneo por tener los sintomas de "post-pesadilla." Habia dejado de tenerlos hace 2 semanas desde el incidente de la universidad hasta ahora, importante era recalcar que no eran pesadillas pero realmente me estaba sintiendo mal, tenía dolores de cabeza insoportablemente fuertes qué no me dejaban pensar coherentemente, los chicos me hablaban pero no les prestaba atención, fingía que me sentía bien pero ignoraba sus preguntas o conversaciones desviadas de tema, me toqué la frente y me la restregué con la punta de mis dedos, no podía sacarme esas imágenes de mi cabeza. 

-¿De verdad te encuentras bien, _____? Haz estado rara desde que te levantaste. -Me dijo Wasabi en tono preocupado.- Ni siquiera desayunaste. 

-Estoy bien, sólo es un leve dolor de cabeza. -Respondí de mala gana.-

Todos me miraron de manera "NO TE CREO" pero después de forcejear un rato terminaron por creerme, debiamos ir a la salida de Chyoto para que despegaramos con más tranquilidad, para distraernos Fred nos contó las historias de los comics que estuvo leyendo en navidad, era la única forma de no aburrirnos, pero a su vez Wasabi y GoGo querían golpearlo ya que les desesperaba el hecho de qué repitiera mil veces que su personaje favorito fue el tipo del traje en llamas.