Quédate Conmigo. (Segunda temporada de: Quiero que Regreses)

Capitulo 16

Para _____, el tiempo con Tadashi valía oro, le había enseñado cosas que ninguna otra persona en el mundo le había mostrado. Cada día su amistad aumentaba, dando como resultado no poder separarse aunque tuvieran uno que otro problema; el peliazul buscaba a la niña todos los días sin falta a las 2:00 de la tarde para ir a un lado ya sea a pasear o hablar, esté la defendía de aquellos niños que la molestaban por ser una "nerd." pero en cambio estos recibían un puñetazo en la cara como respuesta, era muy lindo ver a estos dos tan unidos, pareciendo hermanos. 

Tadashi le comentaba sobre sus sueños, sus metas, sus pocos logros a su corta edad y el tipo de persona que quería llegar a ser para ayudar a la gente, ella admiraba la voluntad que tenía para poder cambiar su perspectiva de la vida, atreviendose a las adversidades que el mundo le colocaba, pero claro, lo enfrentaba junto al chico que jamás imagino conocer, Tadashi Hamada. 

Le encantaba la hora de ir a dormir, cuándo Tadashi cogía un libro del estante y se sentaba en la silla al lado de su cama para empezar a leerle desde principio a fin, sin importarle si llegaba tarde a su casa "temporal", pero la mejor parte era cuándo se despedía, con un beso en la frente que la hacía caer profundamente en el mundo de Morfeo, con una sonrisa reflejada en su lindo rostro, a él le hacía feliz verla reír, y mejor aún, que esa sonrisa era gracias a lo que había hecho por ella.  Nunca faltaba el regaño de la abuela por irse a esas horas de la noche. Pero siempre podía quedarse en el cuarto de invitados e irse antes de que _____ se despertará. 

______ sabía que pronto Tadashi se iría, y de igual forma, ella tendría que marcharse de Los Ángeles, pero no quería que ese día llegará, no quería. 

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-¿Te gustan las coronas de flores, Tadashi? -La niña decoraba un pequeño ramo con diferentes tipos de flores.- 

-Si, me gustan mucho. -Esté se recostó en el tronco del árbol.- No tanto como a tí.

-No te muevas. -Le colocó la corona en su cabeza con cuidado y aplaudió complacida con su trabajo.- 

-Gracias, _______. -Le sonrió a la pelirroja, provocando que ella se sonrojará levemente.- 

-¿A dónde iremos hoy? -Preguntó de la nada.- 

-Pues, tenía pensado ir al museo de robótica, queda a sólo unas cuadras de esté parque. -Dijo levantandose, brindandole ayuda a la niña para que se levantará también.- 

-¡Si, si, vamos! -Cogió de la mano al chico y lo jaló con fuerza para ir corriendo a aquel museo.- 

Estando frente al museo, decidieron entrar, y quién los atendió fue un robot tipo WALL-E de color blanco y negro, dandoles la bienvenida a ese lugar tan carismático. Casualmente el robot los escaneo para saber quienes eran y si eran de confianza, inmediatamente estos dos quedaron fascinados por la alta tecnología que tenía, siguieron caminando, encontrando a robots más avanzados, unos volaban, otros peleaban y los restantes destacaban por ser simples pero de una forma fantástica, dandose a destacar por lo inteligentes que podían llegar a ser. 

______ veía a Tadashi, esté se concentraba tanto en aquellos robots, que se podría decir qué prácticamente se había enamorado de esas maquinas tan avanzadas, si sabía que tenía una profunda admiración hacía la robótica, pero nunca se imagino lo contento que estaría Tadashi estando allí junto a ella, en ese museo tan fantástico, sin pensarlo dos veces, se atrevió a preguntar:

-Por esto quieres entrar a la universidad de robótica, ¿verdad? -Miro al joven a los ojos.- 

-Vine a Los Ángeles para aprender más sobre estas maquinas, sé que San Fransokyo aún está en pleno crecimiento, ya que por ahora no tiene muchas cosas, pero la Universidad Ito Ishioka es la qué destaca esa gran ciudad. -Dijo emocionado.-