Capítulo 2: El tío que corta el bacalao...

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Tras mucho andar, sentía la lengua como si hubiera lamido una pared de sal... pero a fin y al cabo lo importante era que ya habíamos llegado a la guarida de Akatsuki, esa organización que busca la paz verdadera.
La guarida era una cueva, sólo eso, una cueva.... Dentro de ésta habían unas cuantas personas. Al acercarnos, Itachi le habló al que parecía ser el líder, Pain.

-Nos hemos encontrado a esta chica en el desierto, de vuelta de una de nuestras misiones, y nos ha dicho que quiere unirse a Akatsuki- En ese momento, un hombre de pelo corto naranja, alto y con el ojo Rinnegan, con una petación masiva de piercings, y con una túnica negra de nubes rojas, como la de Itachi y Kisame, se acercó a mí, me examinó con su hipnótica mirada, calmo, severo...

Miró con detalle mis ropas, ya desgastadas. Mi camisa negra que sólo me tapaba los pechos y me daba un gran escote, de manga corta, y con una redecilla hasta el cuello, mis pantalones azules, una pernera larga la otra corta, y en la pierna donde estaba la pernera corta, una media de redecilla ya raída por el tiempo, mis guantes de redecilla, y mi trenza ya despeinada, la bandana llena de sudor y arena... Todo estaba destrozado.

-Cuál es tu nombre?

-Leben...- Dije algo intimidada. Cómo puede ver con esos ojos?!

-Cuáles son tus habilidades, Leben?-En ese momento me quedé en blanco, le miré, y solté una risa tonta.

-Je..verás..erhm... yo...

-Si no tienes ninguna habilidad útil, en ese caso...- Salté en ese preciso instante recordando mi única habilidad.

-SÍ! TENGO UNA!- Pain, Itachi y Kisame se sobresaltaron al dar yo ese pequeño grito de emoción. Me puse en el suelo de rodillas, con las manos apoyadas en este, enfrente del líder y al ir separando poco a poco las manos del suelo, iba generando una masa de la misma tierra que ahí había. Esa masa iba cobrando una forma de un gato medianamente grande, Kisame dijo sonriente.

-Eso es un gato de tierra?- Le miré riendo y contenta le contesté.

-Sí! Genero gatos de cualquier material, ya sea agua, tierra, como podéis ver... también de viento y demás, luego, puedo hacer que ataquen a quien yo ordene, pueden explotar dejando metralla, mezclarlo con otros elementos, usarlos de mensajeros o buena compañía como mascota- Pain se quedó pensativo, mirando como mi gato de tierra le miraba a él fijamente, parecía que el felino salido del suelo le pidiera con la mirada que me dejara entrar. Luego, tras unos segundos de silencio incómodo, Pain me miró, iba a dar su decisión sobre si entraba en la organización.

Secretos de tela: La historia de LebenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora