Capítulo 33- Bajo el dolor

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Cuando desperté, estaba amaneciendo, el cielo estaba pintado de naranja, me recordaba por un momento a las obras artísticas de Deidara.

Estaba cubierta con unas pocas de hojas y ramas sobre mi cuerpo, y tenía unos pequeños gorriones sobre mi vientre. Me levanté suavemente haciendo que las pequeñas aves se largaran, me sacudí las ramas de encima, recogí la túnica del suelo y la sacudí limpiándola de todo lo que tenía encima y me la puse.

Cuando iba a ponerme a andar, a seguir mi camino sin rumbo, escuché una voz en la lejanía que aclamaba mi nombre; me giré y pude ver que eran Deidara y Tobi.

Cuando se acercaron, el rubio no paraba de besarme, demostrándome con cada beso que estaba preocupado.

-No nos dejaron salir a buscarte , y Deidara-senpai no durmió en toda la noche!

-Dónde has estado? Me tenías muy preocupado, hm!!

-He dormido aquí...- Mi voz era fría, sin sentimiento. El artista explosivo me agarró de los hombros y pasó a abrazarme. Sentía su calor, también como temblaba, como estaba a punto de llorar.

Pude ver, mientras Deidara me abrazaba, como Tobi me miraba, me acarició la cabeza.

Deidara se separó me mí, se secó las lágrimas que caían suavemente de sus ojos azules, acariciándole la piel.

-Volvamos a la guarida- Sonrió levemente, me cogió de la mano, Tobi celebraba que estaba bien, pero para impresión de todos, me eché un paso atrás, separándome de ellos, soltándome de Deidara. Se sorprendieron, mirándome extrañados; el artista me interrogaba con la mirada, preguntándose porqué...

-No... no volveré...- Ambos me observaban en silencio, atónitos. Yo sonreí levemente, acto seguido, rompí a llorar, pero aguantando la sonrisa.

-Deidara... no quiero que mueras...- Me tiré a abrazarle, mi sonrisa de esfumó en ese momento, él no tardó en corresponderme con el mismo acto, Tobi se quedó observando la escena en silencio.

-Tranquila, moriré contigo si eso llega a pasar, hm...- De repente, los tres escuchamos un ruido entre los árboles, Tobi trató de buscar una respuesta.

-Será un animal, no?

-Que más quisieras, miembro de Akatsuki- De entre los árboles salió Sasuke Uchiha, el hermano de Itachi, acercándose lentamente hasta nosotros, pero guardando una distancia prudente.

-Bien- El Uchiha miró al rubio a los ojos, haciendo que se pusiera muy tenso- Dónde puedo encontrar a Itachi?- Esto pareció molestarte a Deidara.

-No tengo porque contestar a eso! hm!- Deidara me hizo una seña para que fuera con Tobi y que esperara junto al enmascarado, le hice caso, pues cuando se pone así, es mejor no cabrearle más.

-Ya veo- Sasuke sonrió desafiante, sacó su katana- Tendré que enfrentarme a ti...

Secretos de tela: La historia de LebenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora