Capítulo 6: Malas ideas

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Nos alejamos el uno del otro, manteniendo una cierta distancia, el silencio de nuestras palabras dejaba escuchar los propios sonidos de la naturaleza: cantos de pájaros, alguna que otra ardilla...

Una leve brisa nos movió el pelo a ambos, nos quedamos mirándonos a los ojos, nuevamente. Nuevamente me dejé hipnotizar por esos ojos azules que me encandilaban...

-Empezaré yo! Hm!- Deidara se lanzó el primero lanzando un par de pájaros que volaban rápidamente hacía mí.

Los pude esquivar dando un salto hacía atrás. Sonreí, y ya roto el hielo, decidí responderle lanzándome a atacarle con las cuchillas.

Cuando ya estaba cerca salté hacía él de manera acrobática y le hice un pequeño corte en el brazo, gimió de dolor.

-Ubhg!

-Espero no hacerte mucho daño, artista!- Sabía que él iba a atacar pronto, así que me retiré y guardé distancias como al principio.

Tras un buen tiempo devolviendo y recibiendo ataques, entre jadeos, Deidara dijo.

-No luchas mal, hm!

-Digo lo mismo...- Volví a atacar nuevamente, pero al estar lo suficientemente cerca, el artista aprovechó y sacó de entre sus manos un pájaro que me lanzó por los aires y explotó potentemente, dejándome caer al suelo, ya echa polvo.

A lo largo de toda la pelea había recibido explosiones pequeñas; como él los cortes de mis cuchillas, pero ese pájaro explosivo me dejó para el arrastre. Acabé de rodillas, con las manos apoyadas en el suelo, cabizbaja, llena de suciedad por todas partes. El rubio se acercó a mí.

-El arte es una explosión! Hm!- Y a modo de victoria , tomando una pose ganadora, mostró sus bocas extra, las cuales sacaban las lenguas, después me ayudó a levantarme extendiéndome una de sus manos, se la cogí y me levanté.

-Como ya te he dicho, Leben, no luchas mal...casi acabas conmigo, pero mi arte es superior, hm..!

-Oye, Deidara, cómo haces eso... de los pájaros... para que exploten... cómo los haces tan rápido...? -

Deidara abrió los ojos como platos, sorprendiéndose de tal pregunta, sonrió y cogió un poco de arcilla y la colocó en la palma de su mano.

-Observa- Dijo mientras la boca de la misma mano en donde estaba esa bola de arcilla, se abría y la tragaba, la masticaba, luego, juntó las palmas, apretó, parecía medianamente concentrado en su labor de enseñarme su arte explosivo. Al separar las palmas, pude ver que había formado lo que parecía ser un pequeño pájaro, de cuatro alas, era precioso, sólo pude decir una cosa.

-Admirable...- Él soltó una risa dulce. Hizo una petición.

-Mira- Sin más, el ave voló rápidamente hacía arriba, Deidara lo miró, puso dos dedos enfrente de su cara, parecía concentrarse, y soltó un grito.

-KATSU!- De repente, el pájaro voló por los aires, dando una gran explosión.

-Increíble!- Sonreí, él me dijo en un tono severo

-El arte es una explosión, su existencia lo hace hermoso, pero el hecho de que sea efímero y su explosión, le da un sentido todavía más hermoso...hm

-Recuerdo que Sasori dijo que el arte era eterno...- De repente, el rubio saltó

-Tonterías de él! No le hagas caso! Hm!

Nos quedamos en silencio, observando como la explosión del ave de arcilla se desvanecía.

Pude ver que lo de las bocas era cierto, el moreno no mentía, pero estaba empezando a sentir algo por el artista explosivo que no debería...

Secretos de tela: La historia de LebenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora