Capítulo 24- Piñaman

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Al salir de los baños con puerta secreta, inhalé una gran bocanada de aire fresco, no recordaba lo fresco que era el aire puro hasta que se me metió en los pulmones, lo agradecí. El moreno me observaba.

-No puede ser para tanto, tú y Hidan sois unos exagerados, no huele tan fuerte...

-Habla por ti que llevas máscara!- Hidan se levantó y dio unos pasos bajando las escaleras en las que estaba sentado a nuestra espera.

-Al fin!! Podemos irnos!! Gracias al Señor Jashin!!

-Tú a ese dios tuyo le agradeces hasta las indigestiones, verdad, Hidan?- Solté a modo de burla, el Jashinista me miró con cara de repudio, aún así, seguí riendo.

-Maldita necia! No sabes lo que dices! no te metas con el Señor Jashin!- Acto seguido, hizo el gesto de coger su dichoso colgante y besarlo con devoción y fe absoluta.

El moreno observaba la discusión entre el pirado jashinista y yo; tal como yo hacía cuando ellos disputaban y Hidan no paraba de quejarse durante todo el camino.

En el momento en que nos íbamos, unos ninjas aparecieron de repente y dos de ellos le clavaron dos espadas a Hidan en todo el torso como si fuera un pincho moruno, yo me quedé sorprendida, luego, reaccione al pensar en las palabras de Kakuzu "Hidan es inmortal"

El moreno se quedó expectante, Hidan se quedó callado, los dos hombres que le atacaron pensaron que había muerto en el acto, o que no tardaría en hacerlo, hasta que el jashinista rompió a quejarse... cómo no...

-Ay! Eso duele!!- Los dos ninjas se sorprendieron, al igual que yo... Uno de ellos dijo.

-Es inmortal!!!- Entonces era obviar lo obvio!

-Oh venga ya! No me digas!! Lo tenéis empalado!!! Y se queja como si nada!!! Oh enserio?!

-Leben- Me nombro Kakuzu- Espera en la guarida... Has cumplido tu promesa...- Dijo serio mientras miraba a un hombre fijamente, a Kakuzu le brillaban los ojos de manera rara... como cuando cuenta el dinero...

-Kakuzu...- Miré a donde miraba él- Quién es ese hombre al que miras?

-Asuma Sarutobi, tiene una recompensa de treinta y cinco millones de ryō... Ahora vete

-Pero Kaku... yo...- El moreno me lanzó una mirada asesina, gritó.

-LEBEN HE DICHO QUE TE VAYAS A LA GUARIDA Y NOS ESPERES!!

En ese instante, al oír su voz demoníaca grave y enfadada, me largué corriendo sin que los demás me pillaran. Temía más la ira de Kakuzu que el equipo ninja que ahí estaba.

Eché un último vistazo y pude fijarme en un joven, de pelo moreno recogido en una coleta. Dicho peinado me recordaba a una piña.

Me vino a la mente su nombre: Shikamaru Nara, de Konoha, me dedicaba a espiarlo mientras se cambiaba cuando yo vivía en la villa de la Hoja, antes de entrar en Akatsuki. Es delgado, levemente musculado y no está mal de cuerpo, aunque tiene culo carpeta y se aprecia que no hay por donde agarrarlo ya que... obviamente, no hay. Lo único que tiene bueno es su inteligencia descomunal.

Sabía que mis dones de espiar a tíos en los baños termales y tener una buena memoria para recordar su cuerpo servirían de algo

Secretos de tela: La historia de LebenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora