Mine. [BORRADOR]

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Capítulo 51

Me despierto por un camino de besos que se dirige hacia mi ombligo. Abro mis ojos y Jared me mira sonriendo. Se acerca a mi boca y planta un buen beso en mis labios.

Se aleja de mi con su hermosa sonrisa aun habitando en su perfecto rostro. El me toma la barbilla con sus dedos y vuelve a plantar otro beso.

-Buenos días preciosa.-Dice bajando su dedo por mi cuello.
-Buenos días Jared. - Le digo emocionada.
-¿Como has dormido? Estabas muy cansada.
-Perfectamente nene. - Le digo y el ríe. Se acuesta en la cama y me hace ponerme sobre su cuerpo a horcadas.
-Sabes como me pone que me llames nene, nena.
-¿El desayuno cuando llega? Por mucho que te ame, si no me alimentas esto no funcionará.
-Vaya amenaza cariño, en cualquier momento suben nuestro desayuno.

Beso sus labios repetidas veces hasta que el termina con una gran erección debajo mio.

-Ahí llego tu comida mujer. - Dice Jared sonriendo.

Me pongo de pie y rápidamente me pongo su camisa y camino hacia la puerta para tomar nuestro desayuno.

Me sonrojo al ver a un chico de mi edad o un año mas, más o menos. El mira mi vestimenta y me regala una leve sonrisa.

Tomo la bandeja que el me entrega y le doy la propina. El se despide con un asentimiento de cabeza. Me meto dentro de la habitación y cierro la puerta detrás mio.

Cuando vuelvo a donde mi marido se encuentra frunzo el ceño al ver a Jared sentado con la mirada perdida, parece atormentado. Me doy cuenta que tiene su celular en las manos y eso me preocupa.

-¿Sucedió algo?.-Pregunto sobresaltandolo. El niega con la cabeza y me regala una sonrisa que no llega a sus ojos.
-¿El desayuno?. - Pregunta señalando la bandeja que tengo entre mis manos. Pongo mis ojos en blanco y me encaminó hacia la cama. Me siento y el rápidamente me hace sentarme en su regazo.
-Se que me estas ocultando algo. Espero que no tengamos que llegar a lo mismo de siempre para que seas comunicativo conmigo.
-Disfrutemos nuestro primer día de casados. Por favor, no arruinemos más este momento
-Osea que algo lo ha arruinado.
-Mejor comamos. - Dice y yo le pongo los ojos en blanco.

Cuando salgo de bañarme, Jared esta acostado en la cama viendo algo en la televisión. Me acerco a el y me acuesto a su lado.

-Ha sido Rebecca otra vez. Me ha mandado un mensaje. No tengo ni idea de como ha conseguido ni numero.
-Maldita desgraciada. ¿Que quería ?.-Pregunto y el me mira.
-Me dijo que no me deseaba un feliz matrimonio porque no existían.
-Que a esa perra no le haya funcionado no quiere decir que para nosotros no funcionará.
-Yo lo se. Solo que me perturba que ella pueda conseguir todas esas cosas... Y que se ponga en contacto conmigo. Solo quiero ser feliz contigo y nuestra hija. No puedo serlo si ella esta ahí.

Asiento en su dirección y deposito un beso en su mejilla. El inmediatamente sonríe y eso me hace completamente feliz. Me mira y me hace ponerme a horcajadas sobre su cuerpo.

-¿Sabias que te amo?. - Me dice con esa sonrisa que tanto amo.
-También te amo a ti Jared.-Le digo sonriendo.
-¿Y sabias que yo no iba aceptar que nuestra luna de miel sea aquí, no?
-Por un momento lo he llegado a dudar. Dime Jared, ¿a donde me llevarás?
-Un lugar lejos. Donde sólo estaremos tu y yo por una semana. No creo que podamos estar tanto tiempo alejados de Sky.
-Bien, tu mandas Jared. No quería irme de Luna de miel por si algo llega a suceder. Necesito estar cerca de nuestra hija.
-Nada malo sucederá, Megan. - Dice el y deposita un beso en mi barbilla.

Llegamos al aeropuerto, Jared carga nuestro equipaje y yo solamente lo sigo. Por alguna extraña razón, solo pasamos por el detector de metales y luego somos llevados hacia un Jet privado.

-No sabia que tenias uno. - Le digo mirándolo.
-No es mio. Solo lo he alquilado.-Me responde mientras sube detrás mio. - Espero que podamos tener un buen viaje.
-Apuesto a que si. - Digo mirando como el deja nuestro equipaje en el suelo. Me acerco a el y rodeo su cuello con mis brazos.
-Si hace un par de meses me decían que yo iba a estar tan enamorada y casada al poco tiempo... Me hubiese reído en la cara de quien lo dijo..
-Este año ha sido una revelación. Me enamore y fui padre. Espero que los demás años sean así de buenos.
-Te amo mucho Jared. Tanto que creo que ni te lo imaginas. Eres lo mas bonito de mi vida. Lo mejor que me ha pasado. Y no malinterpretes que mi bebe no ha sido también lo mejor que me paso. Pero sin ti ella no hubiera existido.
-Lo había entendido. - Me dice el picoteando mis labios. - Te amo casi de la misma forma.
-¿Casi?. - Pregunto y el vuelve a besarme.
-Yo te amo mas. - Susurro.

Me encuentro recostada sobre Jared, el me rodea con un brazo mientras que con su mano libre la tiene entrelazada con la mía y besa continuamente mis nudillos.

-Tengo hambre. - Le digo y el asiente. Toca un botón y una azafata sonriendo aparece. Mis ojos se ponen en blanco ante la emoción de ver a Jared.
-a mi esposa y a mi nos gustaría comer algo, ¿Puede traernos?. - Pregunta Jared y ella asiente antes de desaparecer.
-Tengo sueño.-Le digo y el ríe y besa mi cabeza.
-Primero comemos y luego nos vamos a acostar.
-Me deberás dar de comer en la boca. De verdad, estoy muy cansada.
-Estas muy cansada últimamente cariño.-Dice el jugando con mi alianza.
-Los nervios de la boda me impedían descansar correctamente. Pero ahora, que estamos casados, eso me da ganas de dormir acurrucada a ti todo el día.
-Felizmente casados, nena. - Me dice sonriendo.

La azafata vuelve aparecer y nos trae unos emparedados de miga. En silencio, Jared y yo los comemos. No me incómoda estar en silencio con Jared ya. Besó su brazo y el sonríe.

-Cuando las mujeres te dejen de mirar, sabré que algo va mal en el planeta. - Admito y el ríe.
-Que miren lo que quieran, Meg. Soy solo tuyo.
-Lo se. - Susurro y tomó su mano, la llevo a mi boca y beso el dedo portador de la alianza. - Esto me lo comprueba.
-¿Sabes? He comprado unos cuantos condones y lo que acabas de hacer hizo una reacción en mi. - Me dice y me señala con su mirada su pene. Yo río y miro nerviosa a mi alrededor.
-Alguien puede oírte, Jared.
-¿Y? Quiero hacerle el amor a mi mujer si ella no se encuentra muy cansada.
-¿aquí?. - Pregunto sorprendida.
-No me molesta que sepan que quiero hacerte el amor o que sepan que lo estamos haciendo. Pero si me molestaría si nos ven. Así que, aquí no. En la recámara.

El se pone de pie sin esperar una respuesta de parte mía y me extiende su mano. La tomó y me guía hacia la recámara.

Una vez dentro, cierra la puerta detrás nuestro y yo me dedico a verla. Es pequeña, cuenta con una cama de dos plazas, dos mesas de noche y un televisor.

-¿Que dices? ¿Lo hacemos o descansamos?.-Me susurra a mi oído.
-Lo hacemos y luego descansamos. - Le digo envolviendo mis brazos en su cuello y poniéndome de puntas de pie para besarlo.