Stella
Abrí los ojos con pesadez y puse una mano en mi sien para intentar que el dolor de cabeza que tenía cesara. No funcionó. Estaba en el momento resaca donde lo único que quería hacer era morirme. No había pasado una de mis mejores noches, cuando todo empezó a darme vueltas, me di cuenta que quizás no debería de haber bebido tanto. O por lo menos no debería de haber mezclado como lo hice. Me incorporé un poco y miré alrededor de mi habitación para ver la ropa en el suelo. Me destapé y fui corriendo al escritorio, donde estaba mi pijama. Ayer estaba tan mal que ponerme el pijama habría supuesto una odisea. No me miré al espejo para ver la cara que tenía, pero cuando llegué al baño me asusté. Me acerqué al espejo y toqué mi rostro pálido. Recogí mi caótico pelo en un moño y me lavé la cara y los dientes.
Salí al pasillo y escuché dos voces, una era de una chica. Me acerqué más y se callaron. Cuando me asomé al salón, Julia y Taylor se estaban besando. Retrocedí y fui a la cocina sintiendo como todo se desmoronaba en mi interior. Me sentía una estúpida, no debería de haberlo besado a noche. Me apoyé en la encimera de la cocina y suspiré, sin llegar a saber si era por la resaca o por la escena vista.
Abrí el armario donde teníamos las medicinas y saqué la caja de pastillas. Cogí una y después un vaso de agua. Me la tomé y me quedé mirando el plateado fregadero.
— Buenos días —escuché la voz de Taylor - ¿Resaca?
— Algo así —murmuré.
— Te dejé el almuerzo en el horno, por si tienes hambre.
— Gracias.
— Hola, Ella —escuché la voz de Julia y supe que tenía que darme la vuelta.
Puse una de mis mejores sonrisas y me giré.
— Hola —sonreí—. ¿Cómo estás? Cuanto tiempo sin verte.
— Estoy bien. Gracias por cuidar de mi chico en mi ausencia —se agarró del brazo de Taylor. Quise tirar mi vaso de agua a la pared y gritar, pero no lo hice. Sin embargo, sonreí de nuevo. Lo había cuidado tan bien que anoche, borracha, había metido mi lengua en su boca.
— Bueno, voy a volver a acostarme.
— Pensé que íbamos a enseñarles la ciudad —dijo Taylor.
Me paré en la puerta de la cocina y me giré. — Creo que tú eres mejor guía turística que yo. No me encuentro muy bien. Pasadlo bien.
No tardé en llegar a mi habitación. Dejé el vaso de agua en la mesita y cogí mi móvil.
Stella Bennet:
Ayer besé a Taylor y Julia está aquí.
Yohanna Rebelo:
¿¡Qué!? ¿Cómo que lo besaste? ¿Cuándo? ¿Dónde?
¿Qué hace Julia ahí? Pensé que no iba a venir.
Kathy Brown:
Ahora nos vemos. Quiero detalles.
Stella Bennet:
No voy a ir, estoy con dolor de cabeza y es
lo que menos me apetece.
Yohanna Rebelo:
Vamos para allá. Me interesa más tu historia
Que ver la ciudad. Podemos verla después.
Las chicas no tardaron en estar tumbadas en mi cama, esperando que les contara todo. Los chicos se habían ido a tomar algo con Julia mientras.
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Como conquistar a un chico / Disponible en Dreame
Teen FictionVerdaderamente pensaba que todo ese asunto del amor era una verdadera tontería. Odiaba a las parejas que se ponían en los bancos del parque y lo único que hacían era besarse. O las parejas que no decidían quien tenía que colgar primero, o a ese chic...