Vacaciones en el lago [I]

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Estaba tumbada en el sofá viendo una película, bueno, estaba tumbada de mala manera en el sofá porque tenía que compartir sofá con Bryan y Aaron mientras que papa y mamá estaban en otro sofá. No podía estar con mi móvil porque los chicos miraban a la pantalla para cotillear.

Después de la última fiesta que fui, no me encontré con Taylor. Tampoco él había subido alguna foto a alguna red social. Mi móvil vibró y lo desbloqueé. Un mensaje de Yohanna.

Yohanna Rebelo:

Prepara tus maletas, nos vamos a una casa en un lago.

Stella Bennet:

¿Con Robert y sus amigos?

Yohanna Rebelo:

Sí. Por fin nuestras vacaciones se animan.

Stella Bennet:

¿Cuándo nos vamos?

Yohanna Rebelo:

Dentro de dos días. Pregúntaselo a tus padres.

— Dentro de dos días, me voy a una casa en el lago, con Yohanna, Kathy, Robert y sus amigos —dije en voz alta.

— ¿Estás informándonos o pidiéndonos permiso? —papá me miró.

— Eh pidiendo permiso.

— ¿No vais muy pocas chicas? —preguntó mamá.

— No van a violarnos —rodé los ojos.

Mamá miro a papá y papá miró a mamá, hablando con la mirada. Discutiendo psíquicamente que iban a hacer.

— Esta bien —dijo mamá.

Guay. Estaba deseando salir de esta casa, de ver a Aaron salir y entrar mientras yo me quedaba en mi habitación sin nada interesante que hacer. A mi madre le encantaba ponerme a limpiar cuando me veía tirada en algún sitio leyendo o escuchando música. Habíamos limpiado toda la casa en menos de dos días, ¡Y quería pintar! Me quitaría de en medio mientras papá la convencía de que aún no hacía falta.

//

Cuando Robert y Yohanna vinieron a buscarme me di cuenta de que tendría que compartir los asientos traseros con Jack y Liam.

El calor en el coche era sofocante, me sentía como una sardina en una lata de conserva. Me abaniqué con mis manos. Tenía las piernas de los chicos pegadas a las mías. Sudando. Eran armarios, anchos y fuertes. No me había dado cuenta antes de que eran tan grandes hasta que no los vi sentados a mi lado.

— ¿Vais al gimnasio, eh? —miré a ambos lados.

— ¿Se nota? —Jack miró sus músculos.

— ¿Sois de los que ejercitáis la parte de arriba y se olvida de la de abajo? —miré sus piernas.

Robert y Yohanna soltaron una carcajada.

— No, mi pene está siempre ejercitándose —contraatacó Liam.

Lo miré horrorizada y avergonzada.

— ¡No me refería a eso, mente sucia!

— Eres tan ingenua —Jack pellizcó mi mejilla dejándola dolorida.

— Yo no soy ingenua —froté mi mejilla— Me tenéis sin vida aquí. Quiero saltar del coche en marcha. ¡No quepo!

— Siempre puedes ponerte encima de mí —sugirió Jack—. Tendremos más espacio.

Como conquistar a un chico / Disponible en DreameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora