¿Infiel? [II]

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Él me sonrió y puse media sonrisa. - Hola, no sabía que trabajabas aquí.

— Llevo poco tiempo —me encogí de hombros.

— Te sienta muy bien el uniforme —dijo mirando mis pantalones negros y la camiseta negra.

Le di con la libreta en el hombro. — Menos cachondeo —él rio.

— Desapareciste —dijo. Miré a la barra donde una compañera estaba con el móvil, me senté frente a Brad.

Sus tatuajes estaban tapados por una camiseta de cuello vuelto, aunque se había remangado y podía ver algunos tatuajes de sus brazos.

— Sí.

— Taylor no debió de decirte eso, pero tampoco era para desaparecer.

— No estoy segura de quien se acostó con esa chica, Brad —jugué con el sobre de azúcar vacío—. ¿Por qué Taylor me insistió tanto en que no se lo dijese a Yohanna?

— Quizás no querría destrozar la relación de su amigo.

— Si yo le soy infiel, y Robert lo sabe, obviamente le gustaría saberlo, ¿A ti no?

— Sí.

— Pues ya está. Hice lo que tenía que hacer en el caso de que hubiera sido Robert. Cuando Taylor me echó en cara lo de Mike, pensé que quizás había sido por despecho.

— ¿Crees que Taylor haría algo así? —alzó una ceja.

Me encogí de hombros. — No lo sé. ¿Quién os entiende? —sonreí haciendo que Brad sonriera también.

— Taylor lo está pasando mal.

— Me lo imagino —murmuré—. Tengo planeado llamarle pronto, necesito saber la verdad.

Me levanté cuando el encargado apareció para reñir a mi compañera por estar con el teléfono.

— Llegue esa misma mañana —se encogió de hombros—, no vi nada.

Puse una mano en su hombro, le sonreí con tristeza y le di un pequeño apretón a su hombro para después dirigirme otra vez dentro.

Cuando salí de la cocina, Brad ya no estaba. Me puse mi abrigo y salí, esperando a mis compañeros para poder cerrar. Nos despedimos y empecé a caminar hacia la parada del autobús. Saqué el móvil de mi bolsillo, no tenía ninguna llamada perdida de Taylor.

No había sospechado lo de Taylor hasta que Yohanna me llamó diciéndome que su novio se había disculpado y había dicho que solo cubrió a Taylor, para que yo no me enterara. Ya no sabía que creer. Sin embargo, mi amiga se había creído la versión de su novio y ahora estaban como si nada hubiera pasado. Yo no sería capaz de perdonar tan fácilmente.

Estaba en la parada del autobús y me encogí en mi abrigo, no me acostumbraría nunca al frío. El autobús no tardó en llegar. Agradecí sentarme dentro con la calefacción.

Llevaba un tiempo pensando en cambiarme de piso. No me caían mal las chicas pero estaba afectando a mis estudios, Linda y su obsesión con Taylor, Brenda y sus amantes en la habitación de al lado que no me dejaban pegar ojo... Lo de Taylor solo había sido una excusa para dar ese paso.

Aún no lo había llamado porque no había tenido tiempo, ni tiempo ni ganas. El asunto de la chica aún estaba dando vueltas a mi cabeza, obviamente Taylor me lo negaría rotundamente, o eso creía. Me había enterado por Brenda, que seguía yendo a ayudar a Linda, aunque cada vez iba menos.

Aún podía escuchar su voz diciéndome que Linda podría darle más que yo. Esas palabras fueron espinas para mí. Nunca había sido celosa, pero había algo de todo eso que no me gustaba. Linda era un cerebrito, si no, no se hubiera metido en esa carrera. Al principio de conocernos, me contó que siempre había sido la primera de su clase y se había graduado con matrícula de honor. No se le daba nada mal la física, ¿entonces? ¿En qué tenía que ayudarla Taylor? Esa chica no necesitaba ayuda, era una jodida experta con los números.

Como conquistar a un chico / Disponible en DreameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora