Capítulo 5 Ha llegado tu hora.

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Querido amigo lector hoy es el día que Dios escogió para tu reconciliación, este día fue trazado antes de la fundación del universo para que vuelvas tu rostro a Dios.

Marcos 8:36La Biblia de las Américas (LBLA)

36 Pues, ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma?

Pienso un minuto en estas palabras... en este punto... si Dios en este preciso instante decide que tú dejes de existir y mueras. ¿A dónde iría tu espíritu?

Ahora bien todos creemos en Dios, y él dice que tiene un adversario Satanás; Dios es rey del cielo donde no hay llanto ni dolor, donde las calles son de oro, los mares de cristal, donde no hay sufrimiento y el habita en medio de su pueblo.

Satanás en cambio, es el príncipe del mal y la mentira, tiene un trono en el infierno, este es un lugar de tormento donde la llama no se extingue y el gusano nunca muere, Donde hay quejas, lamentos y demonios atormentándote 24 horas del día.

¿En dónde te gustaría estar?... Pero... ¿si hoy mueres a dónde irías?

Ciertamente los dos lugares son eternos y la única decisión la tienes tú.

Déjame decirte que no importa si tienes un título de bachiller, universitario, cursos, cargos en una empresa, casas, fincas, tecnología o una posición jerárquica en la sociedad que haga que puedas adquirir la salvación.

Todo esto es efímero cuando de salvación se trata, solo existe una manera de adquirirla y es a través de Jesús.

Si fuera necesario yo mismo pondría mi vida para que tú recibiera la salvación, pero esto ya no depende de mí sino de ti; y la decisión que sólo tú puedes tomar.

Hoy es el momento, es tu hora, es tu oportunidad, recíbelo en este momento.

Pero antes de cualquier cosa quiero que sepas que a mí no me interesa que tú seas evangélico, Mormón, testigo de Jehová, o Católico sino que tengas un estilo de vida agradable ante los ojos de tu creador y puedas ser aceptado en su reino y una de las cosas más fascinantes de la salvación es que, es gratis y o duele.

Si cree de todo corazón que puede ser salvo a través de Jesús repite conmigo esta oración tan fuerte como tú te puedas escuchar:

Señor Jesús, hoy me arrepiento de todos mis pecados y transgresiones, hoy te aceptó como único Rey y Salvador, Jesús escribe mi nombre en el libro de la vida que está en el cielo.

¡Amen y Amen!





Jesús Rey de Reyes; Su Verdadero Propósito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora