El cuarteto de oro

1- Escuela muggle

Aylien una niña de estatura baja, una larga cabellera negra y unos enormes ojos azules. Estaba bostezando debido a lo aburrido que estaba la clase de matemáticas, sin duda alguna, su menos preferida. Su amiga Katherine ponía mucha atención y Grace dormía sobre su banco. De pronto, se le ocurrió la grandiosa idea de hacerle a una broma a la pobre de Grace.

Inmediatamente Aylien empezó a buscar en su mochila un silbato, al encontrarlo se acercó a Grace que roncaba, lentamente se coloco el silbato en la boca y con todas sus fuerzas lo silbo. Sin pensar en las consecuencias.

-Señorita Paterson ¡¿Que le ocurre?!- bramó su maestra con todas sus fuerzas. Una señora de rizos dorados y unos hermoso ojos miel, se llamaba la maestra Collins. Realmente era una persona muy paciente y usualmente nunca se le veía gritar de

- ¡Yo no me copie en el exámen!- Grace Brooks comenzó a gritar, despertando fugazmente de su sueño.

- Brooks ¡¿Como que se copio?!- la niña pelirroja cada vez comprendía menos lo que estaba ocurriendo.

-No es que verá yo estaba dormida y...- no pudo terminar su frase, la maestra Collins, llena de furia la concluyó por ella.

- ¡DORMIDA! ¡MUY BONITO! ¡A la dirección!- Tal vez con unas niñas tan incontrolables como Aylien Patterson y Grace Brooks había una excepción.

-Si, lo sé, soy muy linda mientras duermo espere ¿Qué?- Collins sin tolerarlas más, tomó a las niñas por las orejas sacándolas del aula de clases llevándolas por las orejas a ambas. Aylien sintió la mirada de alguien, al buscar al responsable la maestra le apretó más

Al llegar argumento que eran un par de niñas incontrolables que no merecían estudiar en esa primaria. La directora les dio una plática sobre el comportamiento, era muy aburrido, Aylien jugaba con su fleco, soplaba se iba, dejaba de soplar se quedaba y Grace volvió a dormir, la directora llamó a los padres de las niñas. Aylien se enfureció con la directora he hizo quebrar una taza de café en el cual estaba bebiendo. Por supuesto la directora nunca sospecho que hubiera sido Aylien la causante de que su taza favorita se quebrará, Aylien tampoco jamás imagino que fuera ella la causante de tal cosa.

«Los adultos son unos exagerados, bueno no cometí ningún robo o asesinato. A menos que despertar a Grace con un silbato sea un crímen» pensó en su mente donde todos tenían la culpa menos ella.

Aylien sabía que era bruja, más ella no sabía que se presentaban indicios de magia.

-Somos J-R-Y el eslabón mas bonito somos rudas pero chiquititas y somos dinamita- empezó a tararear una canción que habían compuesto para el campamento de verano del año anterior.

La directora Stephens entró de nuevo a la dirección pues, había logrado disimular la enorme mancha de café negro en la blusa de su uniforme.

Grace estaba profundamente dormida, roncaba y tenía la silla llena de saliva seca al igual que su boca.

- Tienen suspensión ambas- dijo en tono fuerte pero ni eso logró despertar a la amiga pelirroja de Aylien.

Esta empezó a zarandearla por el brazo.

-¡Cucarachas!- gritó Grace medio adormilada -ah, no es Miss Amarga- ese peculiar apodo se lo habían puesto entre las dos amigas pues su nombre era Margo Stephens. También porque decían en el colegio que si ella lamía un limón el limón le hacía gestos a la directora.

-Vayan a sus clases y el jueves no me entrar si no vienen con representante. Si Brooks son tres días de suspensión- aclaró la maestra al ver la cara de incomprensión de Grace. Lo malo es que ni siquiera sabía que tenía suspensión. Ella solo quería caer en los brazos de Morfeo.