Capítulo 2

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Isabella's POV

Volar hasta Volterra no fue tan tedioso o extenuante como esperaba, pero volver a volar, sin duda alguna, era una experiencia que hacía que la piel se me pusiera de gallina. El viento golpeando contra mi rostro, mis ojos siendo capaces de adaptarse a la inclemencia del frio y el aire en las alturas, mis pulmones y corazón funcionando a toda velocidad para llevar el ritmo de mis alas.

Toda la sensación era espectacular y espeluznante al mismo tiempo. Y me permitió sentirme aún más yo de lo que lo había hecho en muchos años.

Las horas corrieron como minutos y cuando finalmente aterrice sobre el bosque que daba a la parte trasera del palacio Volturi recordé que uno de mis tantos poderes era la teletransportación.

Y si, una parte de mi quiso darse un buen golpe en la cabeza por haber olvidado algo tan esencial, pero la otra... la otra estaba agradecida de haberme tomado el tiempo de volar hasta mi hogar.

Después de todo, había logrado caldear lo suficiente mis ánimos como para no cometer alguna estúpidez; como explicarle a mi familia que el clan del hombre que había abandonado a mi padre hace tantos años me había roto el corazón.

Si, eso probablemente hubiese iniciado una masacre que por ahora no consideraba necesaria.

Estando fuera de los límites del castillo decidí que la mejor manera de seguir avanzando era la teletransportación que ahora recordaba. Enfoqué mi mente en los recuerdos que tenía del lugar, rogando que en un poco más de una década las cosas no hubieran cambiado tan drásticamente. Use un don complementario para tratar de sentir los lugares por los que avanzaba, llegando finalmente al gran salon. 

En este estaban mi padre y mis tíos, Caius y Marco, junto con Demetri, Félix, y los gemelos malvados. Ellos, y mi hermano, Daniel, que seguro era el único plenamente consciente de mi presencia en los límites de la ciudad. Su sonrisa era leve, y si tal vez estuvieran prestandole algo más de atención, se darían cuenta de la picardía brillando en sus ojos.

Su sonrisa causo la mía, y fue entonces cuando me permití tratar de censar los ánimos en la sala, parecían estar en medio de un juicio pues de rodillas frente a los tronos estaban una pareja de neófitos, arrodillados, con los típicos signos de un par de vampiros que han pasado un buen rato bajo la influencia del poder de Jane y los puños de Félix. 

Daniel se movió por la sala y abrazó a Jane por la cintura, haciendo que la parte de mi que aún era corporéa frunciera el ceño. ¿De qué tanto me perdí en estos años?

Decidí que era momento de dejar de ahondar entre ellos como un espectro, aunque quizá no lo era aún de ser invisible. Utilice un porcentaje de mi concentración para teletransportarme al gran salón. Mantuve sobre mi cuerpo aquel velo de invisibilidad, suficiente para engañar a todos en la sala menos a mi mellizo, quien decidió de la forma más casual posible echar un vistazo justo en el lugar en el que no había nada... pero en el que evidentemente estaba yo.

Él podía sentirme sin necesidad de tener que verificarlo con sus ojos. El vinculo que nos unía brillaba como una pequeña estela de luz azul fluyendo entre nuestros cuerpos, y la cercanía solo fortalecía un don que parecía haber olvidado hace mucho, pero que él no dudo en recordarme.

La telepatía de mellizos.

"Bienvenida de nuevo a casa hermanita." 

(N/A: cuando aparezcan estos iconitos "..." es porque es un pensamiento compartido por telepatía entre Daniel y Bella) 

Mantuve mi pequeña sonrisa en los labios, tan idéntica a la suya que incluso un pequeño escalofrío recorrió mi espalda.

"Gracias Daniel, a mi también me alegra estar aquí."

Isabella VulturiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora