ALEC'S POV:
Volví a casa a paso humano, reflexionando sobre todo lo que había pasado últimamente, sobre como venir a Forks nos había impactado.
Isabella estaba más emocional que nunca, se enojaba e irritaba con facilidad, y aunque la amaba a pesar de su temperamento, sabía que los muchachos no entendían como manejar tanta frustración proveniente de la princesa de Hielo.
Antes de conocer toda esta historia sobre Edward Cullen y su familia, antes de que ella fuera alejada de nosotros para protegerla, antes de que Isabella saliera del castillo, era nuestra pequeña princesa, mi princesa de Hielo.
Intocable.
Irrompible.
Imperturbable.
Nadie podía hacerle daño, nadie podía acercarse lo suficiente, nadie podía contradecirla.
Era la mujer con más poder en el castillo, su palabra era ley, incluso para los reyes, era la princesita consentida y sus caprichos eran órdenes.
Desde que era un bebé fue tan... Vulturi. Sabía cómo tenernos en sus manos con una sola mirada, era consciente de su poder y de su influencia y siempre lo uso a su favor.
Sonará enfermizo, pero la amé desde el primer momento en que pudo hablar, en que sonreía de forma caprichosa, y aun cuando se alimentaba de humanos que se veían seducidos por su hermosura. La amé desde antes de que pudiera ser consciente de ello.... La vi crecer y procure acercarme a ella lo más que pude, pero siempre hubo una barrera, siempre tenía aquella coraza de metal impenetrable que nunca me dejo atravesar.
Ella nunca dejo que su corazón sintiera amor de verdad.
Y luego se fue.
Y destruyó mi mundo sin darse cuenta...
No creo que en su aislamiento Isabella se diera cuenta de cuanto la amaba, de cuanto la admiraba, de cuanto la quería conmigo a cada segundo y cuando se fue, me dejo vacío, por un segundo pensé que el mundo se desmoronaba bajo mis pies, que la había perdido para siempre, que todo se había echado a perder, que nunca podría volver a tenerla entre mis brazos, a escuchar su risa.
A ver esos hermosos ojos del color del chocolate más dulce que existiera sobre la faz de la tierra.
Y pasé 15 años en su ausencia, sin sentirla conmigo, sin estar a su lado.
Hasta que volvió, totalmente diferente.
Algo en su altivez y en su ego estaba roto, alguien por fin había penetrado aquella capa de duro metal y lo había echado a perder, alguien le había hecho daño a mi princesita.
Maldito Edward Cullen, maldito mil veces.
¿Cuánto anhele que me mirará con amor al menos una vez? ¿Cuánto desee poder besarla con algo diferente a la lujuria y que ella me mirará embelesada? ¿Cuánto pedí a lo que sea que nos vigila desde el cielo, que ella me amará, que me dejara amarla, poder escuchar de su dulce voz aquellas dos palabras de cinco letras que cambiarían mi universo entero?
Me detuve y cerré los ojos, apretando mis manos en puños con fuerza.
De todos los malditos seres en el mundo, fue Edward Cullen quien tuvo el placer de amarla, y lo arruinó para ella, y ahora...
¿Cómo poder recuperar y reparar todo lo que aquel imbécil daño para ella?
Suspire y seguí caminando, estaba aún bastante lejos de casa pero necesitaba respirar un poco, aunque mis pulmones no necesitaran el oxígeno.
El punto era, que... quería recuperar a mi princesita, sin tanto Hielo pero con la misma ferocidad.
Quería a mi Isabella.
Mía.
Eternamente mía.
Metí una mano en el bolsillo delantero del jean y saque aquella pequeña caja de terciopelo que aguarda porque deje de ser un marica cobarde desde hace tantos años.
El terciopelo negro, sublime, ocultaba el mayor anhelo de mi corazón en su interior.
Amarla hasta la eternidad.
Suspire y asentí, llenando mi corazón de una nueva determinación.
Podía ser un idiota, podría haber desperdiciado muchísimos años sin decirle lo que sentía, sin demostrárselo, pero había sido suficiente.
Yo la amaba.
Y era un Vulturi.
"Un Vulturi nunca se rinde, Alec. Un Vulturi lucha por lo que quiere, y lo obtiene, porque esa es nuestra naturaleza, hijo mío. Busca lo que más quieres, encuéntralo, y nunca lo sueltes. Guerrea con uñas y dientes, defiende lo que crees y sobre todo. Sé leal. No sólo a mí, Alec, a ti mismo, a tus deseos."
Sonreí, Aro era como un padre para mí, a pesar de todo.
Y me había dado el mejor consejo que alguna vez recibiré.
Un Vulturi nunca se rinde.
Y yo no me iba a rendir.
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¡GRACIAS! Gracias por sus visitas a esta historia, gracias por leerla, y gracias porque les gusta. Los fanfics mantienen vivo nuestro amor por las historias originales, y aunque Crepúsculo llegó a su fin, nuestro amor por la pareja principal y los demás personajes jamás dejará de existir. Espero que este cap les haya gustado, sé que es corto. En recompensa, estoy escribiendo uno nuevo justo en este momento. Gracias por el apoyo, y por esperar las actualizaciones. <3
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Isabella Vulturi
FanficA veces confundimos la verdad, y aquello que parece frágil y delicado esconde, dentro de su esencia, un oscuro secreto. Un secreto que puede matarte. Un secreto tan fuerte, que te une contra tus enemigos, y vuelve a quien amas, tu mayor objetivo. E...