Isabella Vulturi

Capítulo 31

Edward's POV

Algo dentro de mí no se sentía bien.

No tenía nada que ver con el dolor o los efectos colaterales del daño que Isabella había decidido hacerme durante la mañana. No, no era nada de eso.

Algo dentro de mi pecho no sé sentía bien. Como si de repente tuviera la certeza de que estaba perdiendo a Isabella.

Una certeza que era aún más lacerante que todo el dolor que ella misma me había causado hasta hace unas pocas horas.

Suspiro y me muevo ligeramente cuando siento a Jasper entrar en la pequeña habitación. Es tonto fingir que no estoy torturandome mentalmente cuando es la única persona en la casa que puede sensar cada una de mis emociones. Es tonto creer que él no es consciente de lo mucho que me abruma esta presión en mi pecho, la sensación de que ella realmente podría haber cambiado a un punto de no retorno.

Un punto en el que Alec ahora era el verdadero dueño de su corazón y de su amor.

— ¿Por qué presiento que la tortura se ha vuelto tu deporte favorito estos últimos años?

Puedo sentir la sonrisa en su rostro, aún a pesar de que ha estado retorciendose de dolor tanto como yo durante el día.

— No es un deporte. —Mi voz es un pequeño susurro, más porque aún me arde la garganta por los gritos ahogados durante la tarde que por cualquier otra cosa. Estabamos en la mitad del bosque entre Port Angels y Seattle. Necesitabamos cazar. Llevaba dos pumas y dos venados y aún sentía que podría tomar la sangre de un oso pardo, entero, sin parar. Lo que sea que Isabella fuese ahora estaba realmente alterando cada parte de mi, en formas que ni siquiera habría podido prever.

Puedo sentir a Jasper suspirar y sentarse a mi lado, sus manos aún calientes de la sangre del venado que acaba de vaciar por completo unos metros más hacía al sur. Sé que tiene mucho por decir, pero también puedo escuchar como se debate entre hacerlo, o simplemente dejar sus reflexiones para si mismo.

— No creo que ella sea la maldad pura de la que intenta convencernos. —La voz de Jasper es suave, como si estuviera tratando de explicarle a un niño pequeño alguna idea compleja. — Los dos sabemos que habría podido matarte, sin necesitar más que dos segundos de un pensamiento. Y aún así, detuvo la tortura que ella fielmente cree que mereces por mí. Porque yo no merecía sufrir lo que tú estabas sufriendo. —Aquello parecía ser una revelación increíble para Jasper. Una esperanza.

Pero para mí seguía sin significar nada más que su odio estaba solo concentrado en mí.

Y en Alice, al parecer.

En cualquiera que ella hubiera considerado lo suficientemente fuerte para influir en volver, para causar que ella no estuviera sola durante... durante tanto tiempo.

Aunque... no estuvo sola, ¿verdad?

Era una Vulturi, siempre había sido una Vulturi, aparentemente. Y... ella también nos había mentido, nos había engañado.

Pero yo rompí su corazón. Yo la abandoné en la mitad de un bosque. Yo tomé la decisión de sacar a toda mi familia, a su familia, de Forks, forzarlos a ir al otro lado del mundo y luego desaperecer entre los bosques, viviendo como el animal que me sentía.

Suspiro llevando mis manos a mis sienes y masajeandolas con mis dedos, como si pudiera menguar el ligero dolor de cabeza que sentía. Uno que ni siquiera era fisicamente posible.

Jasper se levanta de su lugar y me palmea el hombro, una pequeña sonrisa de disculpas en sus labios cuando ve que hago una mueca por el dolor. Nada que fuese insoportable pero aún así, podía sentir a Isabella como un eco en mi interior.