ISABELLA'S POV:
El resto de la jornada escolar no fue tan tediosa como esa sola hora, la hora de biología no dejaba de rondar en mi mente, maldito Cullen, maldito profesor de Biologia, aghh, maldito experimento de Anatomía.
Ya Isabella, cálmate – Daniel me tomó de la mano y me sonrió, estaba intentando tranquilizarme, él y Alec lo habían intentado toda la mañana, pero ahora estabamos en el almuerzo, y aún no me calmaba.
Sé que eso lo hizo él de alguna retorcida manera - gruñí mirando hacia la mesa de los Cullen, quienes reían en armonía, todos se veían justo tan perfectos como los recordaba, sacudí mi cabello arrancando suspiros de los humanos tontos que aún no nos quitaban la mirada de encima, fruncí el ceño, ese Cullen, mañana me ideare algo para que me las pague todas.
Isabella, fue una decisión del maestro, no puedes estar matándote el cerebro pensando que Cullen tiene la culpa de eso - Le gruñi a Alec, él era mi novio, ¡Tenía que apoyarme a mí!
Agh - me paré de mi asiento y salí de ahí, les deje en claro que no quería que ninguno me siguiera, necesitaba un poco de aire y respirar por mi misma, si no alguno de ellos iba a terminar sufriendo las consecuencias de la rabia que me producia Cullen, y no iba a ser benevolente, sí me provocaban.
Camine hasta el bosque donde alguna vez él y yo habiamos pasado lo mejor de nuestra relación, para desquitarme le di de golpes a uno de los abetos más grandes que encontré en ese lugar, en pocos segundos habia derribado un abeto del que seguro, los humanos que necesitaban de oxigeno iban a desear luego... ¡ah!, que importa, yo no lo necesito.
Bellita - escuché que me llamaban, miré detras de mí pero no vi nada, estuvé casi segura de que no era nada, y yo solo estaba teniendo alucinaciones, eso creí, hasta que una enana de no más de 1.60 metros me salto encima.
No estoy para soportarte, Brandon - gruñi y me la saqué de encima, ella era lo que yo consideraba mi mejor amiga, y me habia traicionado, si, según la mente de Jazz ellos habian estado más o menos obligados a irse por Cullen, pero sinceramente no me importaba, ella pudo haberse quedado, e igual se fue.
Perdoname Bells, te juro que yo no quería irme - me senté en la base de lo que era el abeto y aspire varias veces con fuerza el aire puro antes de contestarle, me tomé otros minutos más en calma hasta que estuve segura de que si me decía algo que no me gustaba, no la iba a poner a retorcerse de dolor.
Eso ya lo sé. La verdad no cambia nada, no me interesa, te fuiste y eso es lo que importa - dije parandome y caminando de vuelta al colegio, ella no se resigno y empezo a seguirme.
Pero Isabella, tienes que entenderme, ¿Qué pretendias que hiciera? ¿Qué me quedara aquí sola con Jazz? ¡Por Dios! Ellos son mi familia Isabella.. - Antes de que dijera algo más, la interrumpi.
No me interesan tus argumentos, con un "Lo siento" no reparas todo lo que yo tuve que reconstruir, me tarde más de 50 años en ser algo de lo que fui alguna vez, no quiero tus argumentos del porque te fuiste, no me interesan, la verdad, no me interesa lo que ninguno de ustedes tengan por decirme, las palabras no repararán ni cambiarán todo lo que yo tuve que sufrir por su culpa - Completamente enojada me di la vuelta, ya no sabía sí estaba en mis cabales, pero sinceramente, tenía que descargar ese sentimiento de odio en mi pecho, y ella se había acercado a mí, se habia arriesgado a mis frialdades y a mi poca amabilidad, solo por eso, no la haria retorcerse contra la tierra del inicio del bosque.
Isabella yo... - y entonces dejo de hablar, no tuve que callarla, no tuve que hacer nada, ella simplemente decidió silenciarse a sí misma, cosa que es supremamente rara en Alice Cullen Brandon, decidi no prestarle mas atencion e irme, no me importaba, no quería saber nada de ellos en este momento, en realidad, creo que solo para darles la oportunidad de escucharlos tendría que pasar muchísimo tiempo, más de lo que yo estaba dispuesta a quedarme aquí.
Cuando escuché la campana del nuevo inicio de clases, empecé a correr a paso humano, me encontré a Daniel primero, justo en la puerta por la que yo habia salido, estaba solo.
¿Te molestó? - pregunto mirando a Brandon, que habia seguido su camino por encima de él, negue y me encogi de hombros, con una mirada mi hermano mellizo lo entendio todo, y solamente seguimos nuestro camino.
Llegamos pronto donde los demás, y Alec se me acercó, me tomo de la cintura, y me planto un beso demasiado apasionado.
Cuando nos separamos entendí el porqué, Cullen nos estaba mirando, me rei traviesamente y le mordi el cuello a Alec. Por lo menos habia recuperado mi ánimo.
Gracias cariño - le susurré al oido, Alec era el tipod e chico que podría ayudarte a mejorar tu ánimo aún sí estuvieras en medio de una depresión. Eran conocidos como los Gemelos Malvados, y sí, quizá había algo de maldad pura en el interior de cada uno, pero, muy dentro de sí, eran capaces de querer, amar, cuida y proteger a los que les importaban, como cualquier otro ser en el mundo.
Estamos para complacer - susurro, recordandome uno de los personajes de la literatura que mas me gustaba, lo que me hizo reir libremente, pasamos a la clase de trigonometria aburridisimos, incluso deje que Felix y Dem jugarán un poco con la mente de aquel profesor, sólo porque estaba a punto de medio morirme en ese salón.
Luego tuvimos clase de español, todas sin ningun inconveniente, no nos encontramos a más miembros de la familia Cullen, lo que había mejorado en una gran cantidad el ánimo general del grupo, cuando salimos y nos acercamos a nuestro auto, noté que alguien me miraba, y siendo consciente de que no podía ser nadie más que Cullen, lo mire.
Tenía una mirada profunda e intensa en sus ojos y me sonreía burlonamente, su pensamiento sólo arrojaba una frase, impregnandole toda la arrogancía que su postura demostraba.
"Nos vemos mañana para el experimento de Anatomia, preciosa"
Gruñi y me metí en el auto con un humor de perros, de nuevo, que ni Alec ni sus cariños me iban a quitar esta vez.
Maldito Cullen.
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Isabella Vulturi
FanfictionA veces confundimos la verdad, y aquello que parece frágil y delicado esconde, dentro de su esencia, un oscuro secreto. Un secreto que puede matarte. Un secreto tan fuerte, que te une contra tus enemigos, y vuelve a quien amas, tu mayor objetivo. E...