Isabella Vulturi

Capitulo 4

Capitulo dedicado a mi argentina favorita: Te amo Nadu

Isabella's POV

Sentí como unos brazos más familiares que mi propio cuerpo me arrancaban de los brazos de Alec. Fruncí ligeramente el ceño volteando a mirar a mi hermano. Sus ojos encendidos en fuego, pero la pupila claramente marrón.

—¿Cómo te atreves a ponerle tus manos encima? ¡A MI HERMANA! —La voz de Daniel sonaba bastante fuera de sí, y sus ojos eran un claro indicio de la razón.

¿Celos? De verdad mi hermano, de todas las personas en el mundo... ¿Me estaba celando?

Un sonido de indignación salió de mi boca antes de que fuera capaz de retenerlo.

—Daniel Alexander Vulturi Angellus. —Mi tono de voz era peligrosamente suave y peligrosamente amenazador. Mi mellizo retrocedió un par de pasos, finalmente recuperando control sobre si mismo. Sus ojos cambiaron del marron a un color muchisimo más claro, similar a la miel al sol. El parecido que tenían sus ojos a los de aquel vampiro en ese momento me obligó a cerrar los ojos.

Aún estaba bastante molesta por todo el asunto pero no podía mirarlo justo ahora. Sentí que intentaba acercarse pero alce ligeramente mi mano en un gesto para detenerlo. Cuando volví a abrir los ojos, el reflejo de las castañas en su iris me hizo respirar con más calma.

—Este... eeeeh.... hermanita... —Negué con la cabeza sacudiendo ligeramente mi cuerpo para desprenderme del recuerdo de los brazos de aquel vampiro. Daniel interpretando cada una de mis acciones como molestia frente a sus acciones. 

—Yo no dije absolutamente una palabra acerca de Jane y como me has ocultado por años lo que sientes por ella, por lo que obviamente tú no tienes derecho a decir una sola palabra acerca de Alec. —Mis ojos se fundieron en los de mi hermano, quien asintió lentamente tragando con dificultad, como si de repente le hubiera llenado la boca de leche en polvo sin un solo trago de agua cerca. Lo amo, y para nada pensaba hacer algo más que mirarlo amenazadoramente. 

Dioses...

Sus ojos cambiaron luego poco a poco, una nueva preocupación ocultandose tras sus pupilas. 

—Yo no quiero perderte hermanita, es que si te vas de nuevo... —Su voz se fue apagando lentamente en un susurro que me dejo helada. La tristeza inundo mi cuerpo de una manera algo violenta, por lo que no pude hacer mucho más que trastabillar hasta envolver a mi hermanito con mis brazos, acariciando su cabello.

—No me iré Dani, no los dejare, ustedes son todo lo que tengo. 

Mis ojos repasaron uno a uno a los miembros en ese salón que significaban algo para mí. Mi padre, Aro, y sus occurencias, mi tio Caius y su arrogancia que llegaba a ser hilarante, mi tio Marco que a veces se sentía tan lejano pero que podía llegar a ser amoroso. Los locos mellizos malvados que Jane y Alec eran, la vida nueva que representaban para Dan y para mí, y nuestros hermanos brutos pero increíbles, Fel y Dem...

Sonreí ligeramente y mis ojos volvieron a los de mi hermano que me observaba con curiosidad.

Mi Dan... ¿Cómo carajo había pasado tanto tiempo sin él?

"¿Leíste lo que pensé?" 

Ví su sonrisa nacer timidamente en sus labios y luego un claro asentimiento. Podía, si me concentraba, sentir la pequeña luz que significaba su presencia en mi cabeza.

—Ustedes son mi todo ahora, y no importa lo que pase, nunca volveré a irme. —Mis ojos se llenaron de nuevo de lágrimas, por todo lo que había perdido cuando me había ido de aquí. Por todo lo que había vuelto a perder hace algunas semanas. Suspiré aliviada cuando los miembros de mi familia se acercaron en un extraño abrazo familiar que pocas veces tenía ocasión.