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Narra Michael

- Mikey!- sonreí atrapándolo en mis brazos mientras envolvía mi cadera con sus piernas  - Dios, no sabes cuanto te extrañe  - reí mientras el aun se aferraba a mi cuello

- Luke, solo fueron dos días - le dije. El quito su cara de mi cuello y junto sus labios con los míos.

- iuu, sigo aquí, tu cuarto esta arriba Michael - dijo entrando a casa, yo reí entre el beso y me separe lenta mente de el. 

- vamos, tienes hambre, pequeño? - el negó con la cabeza

- por cierto, soy mas alto que tu - dijo sacando pecho por lo cual reí 

- son cuatro malditos centímetros - dije mientras caminábamos al living - y lo decía por edad, ya que tu para mi eres un completo bebe - me senté en el sillón seguido por el 

- te recuerdo que solo son unos meses de diferencia, y en menos de un mes cumpliré dieciocho  - me cruce de brazos haciendo puchero- aun así seré tu bebe, Mikey - dijo acostándose en lo largo del sillón con su cabeza en mis piernas 

- lo se, pequeño - dije empezando a acariciar su suave cabello

- hola, Mike - dijo Ashton entrando a la sala con toda la tranquilidad del mundo sentándose en el otro sillón - hola, Luke - Luke lo saludo con la mano volviendo a su cómoda posición en mis piernas mirándome confuso

- tranquilo, cariño, ocurrió algo con sus padres y el se quedara aquí por un tiempo - el asintió - creo que olvide decírtelo - reí, luego el soltó una pequeña y tierna risa. Seguí acariciando su cabello mientras por la TV pasaban alguna película a la cual no le ponía atención por usar mi celular o simple mente ver y acariciar a Luke. 

Solté un sonoro suspiro ganándome la mirada de Luke, el apoyo sus codos en el sillón para poder impulsarse hacia arriba, sonreí acariciando su mejilla suave mente para terminar juntando nuestros labios. Lleve mi mano desocupada a su cabello acariciándolo mientras intentaba apegarnos mas lo cual era casi imposible mientras que con sus manos el se apoyaba en el sillon para no caer, era una posición realmente algo incomoda pero aun asi nos seguimos besando, me separe de el por un momento viéndolo a sus hermosos ojos azules.

- cariño, porque no vamos arriba? - le dije con una sonrisa en mi rostro, el asintió y yo me levante extendiéndole mi mano para que segundos después el la tomara - Ash, estaremos arriba, no molestes - el me dedico una mirada perversa y sin decir nada subi aun de la mano con Luke.

- sabes? creo que necesito aprender a besar - dijo, yo reí bajo y negué

- pues, sabes? yo creo que besas bien - le robe un beso entrando a mi habitación, el negó con la cabeza riendo y se sentó en mi cama

-pero quiero que TU me enseñes - dijo sin quitar su mirada de mi, sonreí acercándome a el, puse mis piernas a los costados de las suyas y lo hice caer hacia atrás quedando sobre el. El me vio sorprendido y algo asustado por lo que acaricie su suave mejilla y me acerque a su oído.

- no te preocupes, cariño - le dije  - no voy a hacer nada pasado de tono - me acerque a sus labios y lo mire a los ojos aun sin besarle - solo te ayudare a mejorar tus besos, bebe - le dije. El sonrio y me tomo por la mejilla para juntar nuestros labios.

Narra Luke

Después de tres horas de sesiones llenas de besos y abrazos mis ojos empezaron a cerrarse, deje mi cabeza en el pecho de Michael sintiendo su pecho subir y bajar. Cerre mis ojos a punto de caer dormido pero la dulce vos de Michael me interrumpió.

-Lukey, no te quieres poner algo mas cómodo? - gruñí levantándome y quite mi ropa quedando en boxers, camine a donde había tirado mi bolso cuando llegue y saque mi pantalón de pijama de pinguinos, los amo, lo había mencionado antes?. Me lo puse rápida mente y camine a la cama donde Michael me esperaba tan solo con sus boxers puestos, el me abrió campo entre las cobijas y yo me acurruque de nuevo en su pecho como hace un rato. Subí mi rostro quedando frente al suyo y junte nuestros labios corta mente.

- buenas noches, Mikey - abrace su pecho desnudo 

- buenas noches, pequeño, te quiero - beso mi frente por ultima vez antes de que los dos quedáramos dormidos.












Destiny - Muke ClemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora