Capítulo 20.

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Comencé a mirar por la ventanilla aun con una sonrisa en mi rostro.

Verdaderamente este era uno de esos momentos en donde podía sonreír sin razón alguna y eso me gustaba. Porque, estábamos a tan solo kilómetros de Colorado, donde posiblemente se encontraban mis padres.

Pasamos por varias granjas, Oliver manejaba algo lento, así que podía ver perfectamente el panorama.

Una chica con lagrimas en los ojos apareció en mi campo de visión, pude ver algo de su rostro, se parecía a... ¡Olivia, oh dios mío! Mi sonrisa de desvaneció ante eso y decidí que tenía que bajar del auto en busca de Olivia o, a quien quiera que fuera.

Mire a Oliver con confusión y mire hacia mí alrededor, pensando.

¿Qué debía hacer? ¿Debía ir por la chica y salvarla? Claro que la salvaría, no dejaría que esa chica sufriera más en la carretera. Podían hacerle algo y, realmente no me lo quería imaginar.

Mire hacia atrás y la chica aún se encontraba sollozando y pidiendo ayuda.

―Oliver...―dije. Con temor.

― ¿Si?

―Aparca―. Le indique, Oliver solo me miro confundido y me ignoro.― ¡Oliver, aparca!―grite, irritada.

Oliver dio un pequeño salto en su lugar y aparco a un lado de la carretera.

Abrió su boca para hablar, pero fue interrumpido, ya que, abrí la puerta con rapidez y baje de la camioneta, corriendo hacia la chica que se encontraba a tan solo unos cuantos kilómetros de mí.

― ¡Elena!―grito Oliver, con miedo.

Mire sobre mi hombro y pude ver como Oliver corría tras de mí, persiguiéndome. No me importo lo que estaba haciendo, en mi mente solo había una cosa en la cual pensar y, era salvar a esta chica.

Llegue hasta ella y me arrodille a su lado.

Oliver llego a mi lado, con su respiración agitada, intentando hablar un poco.

La chica me miro por algunos segundos.

¡Era Olivia! ¡Dios mío! ¿Cómo había llegado hasta aquí?

―Olivia...―me miro, atenta. Le sonreí con lágrimas en los ojos. Ella me devolvió el gesto y la abrace con fuerza, verdaderamente nunca pensé que la volvería a ver, así que, ese era el motivo de mis lágrimas. Olivia estaba aquí, realmente estaba aquí.―Pensé que nunca te volvería a ver... ¿Cómo estás? ¿Te han hecho daño? ¿Cómo llegaste aquí? ¿Quién viene contigo?

―Elena, calma. Estoy bien, pero por alguna razón desperté aquí, en la nada. No sabía qué hacer, así que, solo comencé a llorar y a pedir ayuda, pero nadie me ayudaba―sollozo, cubriendo sus ojos con sus manos.

Desgraciados.

―Descuida, Olivia. Todo estará bien, ahora podrás ir con nosotros―la atraje más a mi cuerpo, pude sentir como su cuerpo se ponía tenso.

― ¿Nosotros?―pregunto.

Miro hacia arriba. Sus ojos se abrieron de par en par y camino hacia atrás, con sus manos. Se le dificultaba hacerlo, pero a ella no le importaba lastimarse con las pequeñas piedrecillas que se encontraban en el suelo, solo quería correr, porque su captor se encontraba frente a ella.

Resople con arrepentimiento y mire a Oliver, atemorizada.

Me levante y camine hacia Olivia, la cual, aún seguía intentando escapar.

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