Capítulo 4: Decisiones

126 4 0
                                    

Lo único que iluminaba la oscura calle, eran las farolas que estaban a lo largo de la misma. Parecían un campo de visión, partes iluminadas y partes no. Me sentía triste, pero no entendía porque. No había ni una sola razón para sentirme así, sin embargo lo sentía. Habían matado mis ilusiones, ¿que me podría esperar? Pronto había llegado a mi casa.

Entre directamente a mi habitación sin saludar a mis padres. Saque mis cosas de mis bolsillos y los deje caer en mi cama. Pronto me uní a ellas y también me deje caer en ella. Solo quería pensar. ¿Por que Israel decía que Jovany no me convenía?, ¿estaría ocultándome algo?, ¿que tendría de malo Jovany que haría que no anduviera con él? Tal vez Israel sabía que Jovany tenía novia y me dijo eso para no hacerme sentir mal. Era lo único que me rodaba por la cabeza.

No se ni porque lo analizo, pero lo hago. Siento que es una necesidad. Quiero y necesito entender los hechos de porque me dijo algo así. Se que dije que no debería interesarme, y en parte es cierto; no obstante, siento que hay una verdad que no me esta contando. Necesito una buena razón para alejarme de él si es eso lo que quería.

Tonterías. Pretendo alejarme cuando ni siquiera estoy cerca. Son palabras sin sentido, él y yo no nos dirigimos ni una sola palabra. Ni siquiera un "buenos días" como lo hace las personas comunes. ¿En serio creen que por medio de miradas las personas se relacionan? Idioteces. Nadie tiene una conversación con miradas sin siquiera conocerse. Es evidente que Israel no tendría de que preocuparse.

Transcurrieron los minutos en los que yo pensaba profundamente, hasta que alguien toco la puerta de mi habitación. Era mi mamá. Cuando abrí la puerta estaba parada frente a mi, observándome detalladamente.

—¿Como te fue en Astrid? —Me pregunto para iniciar una charla madre e hija.

Sabia que ella presentía algo, siempre lo hacia. Cuando las cosas estaban mal, ella tenia ese sexto sentido para saber que nada estaba bien.

—Creo que bien. —Le respondí algo confusa porque ni yo sabia como había ido.

No sabía si en realidad fue bien que me advirtieran de esa manera sobre Jovany sin ninguna explicación. O si las cosas pudieron haber estado peor. No podría imaginar las cosas peores. Me había sentido incomoda, tampoco pude haberla pasado genial con esa conversación. Cada vez me siento mas confundida.

—¿Crees?, ¿hija que sucede? —Me dijo mi madre, su instinto materno decía que algo no iba bien. Como siempre lo hacia.

—Nada, estoy perfecta. —Siempre confío en mi madre, solo que sentía que no era una buena idea hablar ahora.

—Aparte de ser tu madre, soy tu amiga. Y no puedes engañarme. —Sonrió y entro para sentarse en mi cama.— Cuentame que sucedió.

No podía contra ella.

—Es que, todo iba bien. El novio de Fer es un buen chico, pero salio un tema fuera de nuestra conversación. —Me senté a su lado.— Mira, en el instituto hay un chico misterioso que no me quita la mirada de encima. El chico es primo de Israel y me dijo que no me convenía cuando ni siquiera dije que me gustaba.

—¿Y te gusta?

—No. Claro que no.

—Quizás digas que no te gusta, o que no te importa, pero fueron tus gestos y reacciones los que demostraron lo contrario.

—¿Como puede gustarme alguien que no conozco, mamá?

—El amor siempre fue así. Te gusta quien no conoces, y te enamoras de quien mas odías.

El romance no es mi situación. Yo no estoy enamorada de él. No es mi tipo o la clase de chico del que estaría interesada, aunque tenga mis dudas. A veces no encuentro la respuesta de porque siempre pienso en él, o porque le presto tanta atención a lo que hace. O porque siempre que entro al aula, volteo en dirección a su asiento para saber si ya llego o no. No lo entiendo.

—Pero esa no es la razón de mi confusión, —Tal vez si, pensé.— sino que no entiendo porque me dijo que no me convenía.

—¿Te dio una razón para no estar interesada?

—En realidad, no. Es por eso que tengo todas esas preguntas en mi cabeza.

—Solo una pregunta, ¿confías en Israel?

Buena pregunta. Apenas y lo conozco, nadie podría confiar rápidamente en una persona. No es como si pudiera contarle toda mi vida privada sin ningún problema como lo hago con Liz o Fer, pero tampoco se si lo que le digo no lo esta compartiendo con alguien mas.

—Pues Fer confía en él, por lo que yo también.

—Hija, tu decides entre confiar en Israel o seguir tus decisiones. —Me contestó.

—Entiendo, pero no conozco al chico como lo hace Israel.

—Israel lo conoce como primo, no como amigo o algo mas. —No digo nada.— Aparte, las personas pueden aparentar lo que son. Tal vez no delaten toda su vida con su simple vestimenta, gustos o actitud; pero si pueden decir si esa persona vale la pena conocer o no.

—Bien, —Asenti con la cabeza procesando sus palabras.— ¿que sugieres que haga?

—Trata al chico. Conocelo, no tengas miedo de dejarlo entrar en tu vida si él te lo pide.

—Eso haré, pero solo si me lo pide.

—Bueno. Bañate, te vistes y bajas para cenar. —Me indicó mi madre cambiando su papel de mejor amiga a madre mandona.

—Voy.

La platica que había tenido con mi mamá me había ayudado bastante. Me alegro de tenerla para platicar y sacar mis dudas. Mientras hacia lo que mi mamá me indicó, me puse a pensar.

Confió mucho en Fer pero en realidad no confió lo suficiente en Israel, para ser sincera. Estaba empezando a creer que todo lo que me decía era para fastidiar. Quizá le gustaba molestar a la gente. Aunque no tiene aspecto de ser un chico entrometido. Sigo teniendo mis dudas sobre lo que me dijo. Debía tomar una decisión.

Y la había tomado. No hacerle caso a Israel hasta comprobar que su consejo era valioso. Decidí que era mejor guíarme por mi, ya que mi instinto nunca me fallaba. Podía cuidarme sola, no necesitaba a alguien mas que lo hiciera. Al menos Israel no es el adecuado para ese papel.

Por el otro lado, si Jovany quería hablar conmigo, no me resistiría. Debo ser lo suficientemente fuerte como para dejar que las personas entren en mi vida, me hagan daño y aprender de lo que me hicieron. Si sus miradas trataban de decirme algo mas, pronto lo descubriría. Pero si esas miradas solo eran para obervarme, pretendía exigir respuestas.

El punto es que Jovany ya había entrado en mi vida, si o si.

La Llamada De La Luna (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora