Capítulo 3: Astrid

112 8 0
                                    

Eran las 5 de la tarde y nos encontrábamos en el café Astrid platicando, cuando Fer decidió que era momento de presentarnos. Estaba un poco nerviosa por, accidentalmente, hecharlo a perder. Pero podría manejarlo.

—Bueno. Creo que es hora de presentarlos —Fer interrumpió el silencio desde que habíamos llegado y se volvía incomodo—. Bayly, él es mi novio Israel. —mientras lo dijo estrecho su mano para señalarnos uno a otro.— Israel, ella es mi mejor amiga Bayly.

—Mucho gusto Bayly. —Dijo Israel con aire amigable.

—Igual —Respondí fríamente.

—Así que... ¿Como conociste a Fer? —Israel volteo a ver a Fer en el momento que lo dijo.

—Yo me sentía mal así que me dirigía con la enfermera y me tope con Fernanda, ella amablemente, me acompañó a la enfermería. Compartíamos la siguiente clase por lo que fuimos juntas, desde ahí nos dimos cuenta que teníamos mucho en común. —Fer soltó una risita dulce.

—Lo recuerdo como si fuera ayer. —Agachó la mirada recordándolo todo con una sonrisa

Israel soló hizo una mueca de felicidad porque Fer se hubiera topado conmigo, ya que creía que esa amistad iba a ser muy fuerte. No sabia como interpretar el comportamiento de este chico. ¿Todos tenían que ser tan misteriosos o solo era cuestión mía? Puede que este feliz por nosotras, aunque también puede que no le agrade la idea.

Calmate, Bayly. Lo estas juzgando muy pronto.

—Ahora dime, Israel, ¿tu como conociste a Fer? —Le dije tratando de sacar un tema de conversación puesto al silencio que comenzaba a inundar entre nosotros.

—Tengo un hermano que se llama Mau, es decir Mauricio, y él había conocido a Fer en un campamento. Los dos tenían mucho en común y se la pasaban bien juntos. Un día ví una foto de mi hermano que tenía con Fer y me enamore de ella. —Mira sus manos entrelazadas.— Le dije que me la presentara y desde allí fuimos amigos. No quise empezar un noviazgo pronto hasta conocerla bien y mientras los días pasaban y la conocía más, logré amarla por completo. —Israel se sonrojó al decir las últimas palabras.

Okay, quizás me equivoque respecto al chico. Es muy dulce y algo tímido al parecer. Hace muy bonita pareja con Fer, podría acostumbrarme a verlos juntos. Ese chico tiene buenas intenciones con ella, se nota por cada poro de su piel.

—¡Que tierno eres! —Fer lo abrazo.

—Que empalagosos y lindos son. —Respondí con una carcajada antes de que comenzaran a besarse en mis narices.

—Gracias por eso. —Israel utilizó un tono burlón. Me encogí de hombros.

—Bueno Bayly, hablanos de ti. ¿Hay acaso alguien que te haya gustado del instituto? —Dijo Fer y juro que si mi mirada fuesen cuchillos, ella estaría gravemente apuñalada.

—Uh... Bueno... Mmm... —Me puse nerviosa porque no quería mencionar nada de eso.

—Te gusta alguien. Ahora dinos, ¿de quien se trata? —Menciono Israel con total seriedad, lo cual agradecí.

—Nadie, no me gusta nadie.

¿A quien tratas de convencer? A mi misma, conciencia. Agradecería que cerraras la boca. Harías todo mas sencillo.

—Normalmente todos tienen un amor secreto en el instituto.

—Pero yo no. Estoy muy feliz con mis personajes literarios.

—Tratas esos personajes como si fueran tus muñecos. —Se quejo Fer.

—Al menos ellos no me romperán el corazón. —Le saque la lengua. Ella hizo lo mismo.

—No es muy bueno dejarse llevar mucho por la literatura, ¿quieres quedarte sola? —Inquirió el novio de mi amiga.

—No, pero creo que es mejor así por el momento.

—Admite que no quieres aceptar lo que sientes por Jovany.

—Deja tus hipótesis infantiles para otro momento, Fer. Ya te dije un millón de veces que no me importa nada lo que haga o deje de hacer ese chico.

—¿Se llama Jovany Hillen?

—Si, y tu novia no deja sus infantiladas con él.

—No son infantiladas!

Creanme que esta chica es imposible. Por mas que le repito una y otra vez que entre Jovany y yo no hay nada, ni siquiera una amistad, no deja de insistir. Juro que ya le hubiera dado con la chancla de no ser porque soy una chica bastante civilizada y no una cavernícola.

—¿Que sucede con él? —Me pregunta Israel, sin embargo es su novia quien responde.

—No le quita la mirada de encima a Bayly. Es obvio que esta interesado.

—Que alguien te mire no significa que esta interesado. —Contraatacó, diciéndole lo mismo por milésima vez.

—Puff, si él no te mira, te acosa con los ojos.

—Eres una depravada. —Solté un chillido cuando sentí un pisotón bajo la mesa.

—No lo soy.

—Como sea, yo conozco ese chico. —Menciona Israel ignorando nuestra pequeña pelea.

—¿De que lo conoces? —Preguntó Fer por ambas.

—Jovany Hillen es mi primo. —Respondió con seriedad mientras que yo me atragantaba con mi propia saliva.

—Dime que bromeas. —Suplique.

—No bromeó, y... —Se había detenido.— no te recomiendo que te guste. —Me dijo.

Tenía la cabeza agachada como si lo estuvieran regañando pero también como si ocultara algo. Pareciera que no quisiera decir esa información, y aunque me convencía a mi misma de que no me gustara, sentí un pinchazo en el corazón al escuchar eso.

—Entonces es un alivio que no me guste.

—¿Por que, Israel? —Preguntó Fer, curiosa.

—Es... No puedo decirlo. Solamente que él enserio no te conviene. —Recalcó la palabra él para que me quedara claro.

Me límite a responderle igual que Fer, por lo que permanecimos en silencio como si de verdad no me interesara. Transcurrieron 5 largos e incómodos minutos que se me hicieron una eternidad. Decidimos que era hora de irnos. Nos despedimos e Israel solo me dijo:

—No quiero lastimarte, ni mucho menos que me odies; pero por favor escucha lo que te digo, en verdad no te conviene.

—No me lastimaste, yo no siento nada por él y jamas habrá algo entre los dos. —Me aleje de ellos en dirección a mi casa.

Había hecho un movimiento de cabeza como despedida. Me perdí en la oscuridad de la noche, caminando con la intención de llegar a mi casa. Esas palabras no las pude sacar de mi cabeza en todo el camino a pesar de ser algo de poca importancia para mi. Sentía desilusión pero no era nada mas que eso.

La Llamada De La Luna (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora