De vuelta

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- Bayly! Levantate porque si no llegaremos tarde y hoy no quiero llegar tarde - Tyler tiene una adicción de ser puntual

Hoy es lunes y sera el primer día de regreso en el instituto para Tyler. Para él, nunca ha sido difícil adaptarse a un cambio de escuela porque es muy amigable y hace amigos de inmediato.

Además, Tyler tiene viejos amigos en en instituto donde yo voy. Él había dejado esa escuela cuando iniciaba su curso de preparatoria. Solo había asistido como una semana a ese instituto pero después le ofrecieron clases de pintura en Inglaterra; era una buena oferta que no quiso desaprovechar.

Es ahí donde inicia una parte de su vida en Londres. Le habían ofrecido una vacante y un pequeño departamento que pertenecía al colegio para alojarlo, si es que no tenía donde quedarse. Que así fue.

- voy - dije adormilada

Seguía teniendo sueño. Tyler y yo regresamos tarde del parque; sin mencionar que nos dormimos a horas muy tardes de la noche por seguir conversando. Al final, platicamos de todo lo que teníamos que hablar y no dejamos nada pendiente.

Me levante de la cama y me dirigí al baño para cepillarme los dientes. Después regrese a mi habitación para elegir mi ropa y ponérmela. Tome un pantalón negro, una blusa blanca de manga corta y un suéter negro delgado con coderas negras. Me puse zapatillas de color blanco sencillas y me arregle mi cabello dejándolo suelto.

Salí de mi habitación y baje al primer piso en dirección a la cocina para tomar un licuado de fresa. Al llegar vi que mi licuado ya estaba servido.

- sabía que te gustaba tomar licuado cuando despiertas, por lo que lo prepare yo - comentó Tyler con un vaso de licuado en mano

- gracias pero ¿como sabías que lo quería de fresa? - me entró la curiosidad

- oh no, no lo sabía - le dio un sorbo a su licuado - lo hice de fresa porque es mi favorito - sonrió

- Idiota - rodé los ojos

- llevaba mucho tiempo que no escuchaba que me dijeras así - termino su licuado - ¿lista para irnos? - asentí - vámonos, sube al auto; yo iré por las llaves -

Hice lo que mi hermano dijo. Entre al garaje y me subí a su auto de color blanco, que era un Ford, no se de que modelo. No soy buena en eso de los autos pero lo que si sé de ellos es cuando son bonitos o no y el de Tyler era uno de mis autos preferidos. Era grande y largo, no tenia ni un solo rayón y por dentro tenia el tablero con madera. Los asientos eran de cuero color marrón en un muy buen estado y el tapizado era de color marrón casi negro.

- ya llegué - mi hermano entro en el asiento del conductor - no se te olvida nada ¿verdad? -

- no Tyler, lo traigo todo - asintió

Se limitó a contestar y arranco el motor en dirección al instituto. En el camino puso algo de musica para que no fuera tan silencioso. Llegamos al instituto y entro al estacionamiento para dejar el auto. Lo llamaba "mi bebé" pero su nombre con el que lo bautizo fue "Bayly"; según él, en honor mío.

- Tyler! - gritó una chica que se lanzo a sus brazos en cuanto Tyler bajó del auto

- ah, hola Jane - le saludó pero Tyler no recibió el abrazo y se desvió de su cuerpo para seguir caminando

- Tyler - imité la voz chillona de esa perra mientras Tyler y yo caminábamos por el estacionamiento

- te da mucha risa ¿no? - Tyler alzó una ceja

- por supuesto que me da, te fuiste dos años y ni siquiera las zorras se han olvidado de ti - reí - seguramente les diste algo que nunca olvidarían - deje de mirarlo para voltear al frente

La Llamada De La Luna (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora