Capítulo 5: Un Poquito

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Era otro día regular de instituto. Un día mas. Ya era hora del almuerzo y juro que podría comerme un elefante entero, suelo tener el apetito bastante grande. Guarde todo en mi casillero ya que la ultima clase no la compartí con nadie, solamente con Jovany. No obstante, como obviamente no le hablo, es como si estuviese sola.

Cerré mi casillero y me dirigí a la cafetería para almorzar. La cafetería estaba a medio llenar, puesto que aun no daban el timbre del almuerzo. Nuestro maestro de Ética fue tan amable de dejarnos salir antes. No esperaba encontrarme a Fer, sin embargo lo hice.

—¿Como estas?

—Con hambre. —Conteste riendo.

—Somos dos. —Me siguió el juego.

Recogimos nuestro almuerzo. No tardamos en buscar una mesa vacía siendo el lugar vacío aun, en comparación de los demás días. Una vez sentadas, no tardamos en comenzar a comer con conversaciones pequeñas e insignificantes. Sentí que alguien me observaba, y no tuve que adivinar para saber quien era.

Mi cabeza giro en dirección a la mirada intensa puesta en mi. Mis ojos buscaron los suyos y definitivamente, allí estaba, mirándome fijamente como solo él podía hacerlo. En cierto modo me incomodaba, me hacia creer que era una joya rara; pero también me sentía importante, porque lograba robar su atención. Ninguno quería desviar la mirada, sus ojos clavaban en los mios y juro que podía ver mas allá de esa profundidad oscura.

Desvió su mirada cuando uno de sus amigos le dirigió la palabra. Contestó con naturalidad y prestó atención a aquella conversación. Yo me limitaba a ver cada uno de sus movimientos, como movía su boca para pronunciar cada una de aquellas palabras, sus labios curvandose en una sonrisa, su mirada pasando de un miembro a otro en la mesa.

—Bayly, —Fer interrumpió mis observaciones.— ¿crees que deberías escuchar a Israel? Tal vez tenga razón en que no te conviene. —Soltó preocupada refiriéndose a obviamente de él.

—Fer, enserio confió en ti pero en Israel no. —Le conteste siendo sincera.— Quizás lo dijo Israel porque no le cae Jovany o algo así.

Ojala fuese eso. No se porque me lo dijo, sin en realidad le preocupo o solo trata de joderme a mi o a Jovany. A mi claramente me lastimaría, pero a Jovany no creo que pudiera ser algo así. Cualquiera babearia por él, incluyéndome. Aunque nunca lo admitiera en voz alta.

—Nunca he escuchado a Israel quejarse o hablar mal de su primo.

—Llevan poco saliendo, Fer. No puedes saber lo que piensa sino lo dice.

—¿Olvidas que le hablo a su hermano? —Me mira alzando una de sus cejas.

—¿Y que hay con eso? —Hice el mismo gesto y bufo.

—Su hermano sabe todo de él. —Inclina su cuerpo un poco hacia atrás.— Sería muy fácil que adivinara lo que piensa. Además, Mau siempre me dice cuando una persona no le agrada a Israel.

—¿Tú novio no tiene agallas de decírtelo personalmente y por eso necesita un portavoz? —Me lanza un fideo.

—No, —me mira con el ceño fruncido— solo es mas cerrado.

—Eso explica el hecho de que me quiera alejar de Jovany.

—Creí que habías dicho que no te importaba, mucho menos que te gustaba. —Hizo un baile gracioso con las cejas y rodé los ojos.

—No lo hace. —miento— Pretendo tener una explicación de porque me quiere alejar de él y la acabo de encontrar.

Estuvo cerca. Ya tengo con mi propia conciencia que me repite lo mucho que me importa la vida de aquel chico, como para cargar con una segunda voz fastidiándome con lo mismo. Si me gusta o no, no debería ser la primera noticia del instituto. Y el instituto se encarga de rumorear los primeros chismes. Creanme, tengo años de experiencia estando en este plantel.

La Llamada De La Luna (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora