Capítulo 11: Un Amigo Mas

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—Estoy comenzando a estresarme —murmuro a lo bajo mientras borro de nuevo lo que tengo en la libreta.

—Si pusieras mas atención, no estarías estresandote ahora mismo —me riñe Fer.

—Si puse atención —me cruzo de brazos—, pero la voz lenta de la maestra hace que me de sueño.

—No eres la única —admite riendo.

Suena el timbre para cumplir las plegarias de mucho estudiantes. Varios de ellos guardan sus cosas y otros ya están saliendo por la puerta dando un ambiente particular a la escuela.

—Por fin, sentía que una neurona ya había estallado en mi cabeza.

—Yo pensé que ya no te quedaban neuronas —sonríe Fer.

—Ja, ja, ja, muy graciosa —digo con sarcasmo y ruedo los ojos.

Guardo mi ultimo cuaderno y me cuelgo la mochila en el hombro. Camino a la puerta al igual que Fer uniendonos a todos los alumnos del pasillo.

—Mau e Israel nos están esperando afuera.

—¿Iremos al parque ya?

—Si —asiente—, y ya comiste así que no te quejes —me acusa y río.

—No pensaba quejarme —digo inocente.

Loca.

Fer al ver a Israel en el estacionamiento corre como dramatismo de película romántica y lo abraza, después lo besa sin importarle que Mau y yo estemos de espectadores.

—Podrían guardar eso cuando no estemos nosotros, por favor —suplico y ríen.

—Concuerdo con Bayly —levanta su mano.

Abro la puerta de la camioneta y subo, después lo hace Mau al lado mio. Esperamos que los otros se suban y dejamos las mochilas en la parte trasera para mayor comodidad. Fer comienza una conversación con Israel y nosotros fingimos ignorarla.

—Tengo hambre —suelto una risita.

—Se supone que esa frase es mía —miro a Mau.

—Esta permitido para todo el mundo —me aclara—, y yo tengo hambre.

—¿Y si llegamos a comprar algo? —les pregunto a los de adelante.

—¿Que quieren comprar? —pregunta Israel.

—Bayly, ¿que te dije sobre decir que tienes hambre? —me riñe Fer.

—Yo no fui, fue Mau —comento indignada.

—Si, solo que estaban tan sometidos en su burbuja de amor que no me escucharon —dice asqueado.

—No me contestaron lo que les pregunte —recuerda Israel.

—Llega a Taco Bell —le indica su hermano.

***

Todos cerramos las puertas del auto al unisono. Fer e Israel comienzan a caminar adentrándonos al parque, mientras que nosotros tratamos de mantener distancia. Israel abraza a Fer de los hombros y ella pasa su delgado brazo por atrás de su espalda ancha.

Son tiernos, puedo admitirlo. Israel le gusta llenar de besitos a Fer, no importa en donde tenga la oportunidad. Mau y yo caminamos despacio, a distancia considerable de ellos. No queremos ser el chicle en su zapato.

—Entonces —Mau interrumpe el incómodo silencio—, ¿desde cuando conoces a Fer?

—Desde que comencé esta etapa en mi escolaridad.

La Llamada De La Luna (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora