Capítulo X.

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El Sol iluminaba cada rincón de Nueva Orleans, no había lugar sin que tuviera un toque de alegría y luz en su alrededor, excepto la casa Mikaelson. En ese lugar el miedo, el odio, la rabia, el engaño, la soledad y todo aquel sentimiento negativo que pudiera existir, tenía presencia.

Caroline se había quedado en casa de los Mikaelson, mientras solucionaban el problema de Katherine. Kol había pasado días, junto con Marcel, buscando a Davina. Caroline notaba la desesperación con la que Kol buscaba a Davina, pero no creía que fuera conveniente decirle la verdad sobre el paradero de Davina, no, hasta que tuvieran un plan.

Elijah y Hayley se habían ido un tiempo, para que ella pudiera ver a Hope y estar con la bebe un tiempo, pero Niklaus había hablado con Elijah para que regresara lo más rápido posible.

A la llegada de Elijah, todo los acontecimientos que Caroline había comentado con Niklaus fueron rápidamente puestos en tela de juicio.

— Todo esto es, imposible —expresó Elijah.

— No es algo que me agrade pero debemos hacer algo rápido, Elijah —dijo Niklaus sirviendo vino en una copa—, no queda mucho tiempo. Ella esta muriendo.

— Eso es lo más extraño, hay muchas cosas que no quedan claras, Niklaus —respondió Elijah—. Katherine no estaría de esta manera, esta actuando de una manera extraña. Hay algo más y debes de sospecharlo. La conocemos muy bien .

— Ya lo sé y estoy preparado para cualquier cosa, pero ahora hay que encontrar la manera de ayudarla, tal vez Rebekah sepa algo para evitar que su hechizo se cierre con nuestra muerte.

— Tengo la curiosidad, Niklaus —se acercó a él— Tu actitud es diferente, ¿Cuándo cambiaste tanto? ¿Es por Caroline, ella te esta cambiando?

Comentó Elijah, sin obtener alguna respuesta de Niklaus, quien se limitaba a sonreír.

— Desde que supiste que serías padre, noté un cambio en tu actitud y ahora, con la llegada de Caroline —dijo Elijah—... Es imposible reconocerte.

— ¡Exageras, Elijah!

— No, Niklaus. Ella te ha cambiado a tal grado que quieres ayudar a Katherine.

— Me siento en la necesidad de proteger nuestra sangre —respondió Niklaus—, si Katherine lleva en su vientre sangre Mikaelson, la protegeré.

— Quiero imaginar que estas hablando de proteger a los dos, después de todo lo que ha pasado.

— Ambos.

Dijo en seco, las palabras de Niklaus sorprendían a Elijah quien aún no podía creer todo lo que su hermano había cambiado, por la visita de amor.

— Aún hay que pensar en lo que haremos con Davina —dijo Elijah, sin notar que Kol estaba por entrar al cuarto, pero al escuchar el nombre de Davina decidió esperar y escuchar lo que sus hermanos decían—. Kol y Marcel están en busca de ella y creo que deben saber la verdad.

— Elijah, nos acabamos de enterar que Katherine hizo algo con ella —respondió Niklaus—, lo mejor sera averiguar lo que le hizo y después hablar con ellos de eso.

— Hablaré con Rebekah, veré que ha aprendido de su mundo en la brujería.

Kol sentía una rabia en su interior, había escuchado de lo malvada que era Katherine y de todo lo que hizo en el pasado. Pero al regresarlo a la vida, creyó que era diferente a lo que todos decían. Las ideas que él tenia sobre ella cambiaron al escuchar que estaba detrás de la desaparición de Davina y eso no podía perdonarlo. Con su velocidad de vampiro salió de la casa y se dirigió hasta el hotel donde se hospedaba.

Regresa Katerina | The Vampire Diaries & The OriginalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora