¡No Somos Novios! [Cameron Boyce y Tú]

Capítulo 3

—¡Cameron Mica Boyce!

Un grito se escuchó desde afuera, haciendo que diéramos un salto. Era la mañana del día siguiente y todos estábamos desayunando en silencio cuando repentinamente aquel grito hizo que Triana derramara jugo de naranja en el camisón de Spencer, que Peyton escupiese el café y que Cameron se atragantara con un pedazo de pan.

—Oh, no. No, no, no —decía mientras se levantaba del asiento a mi lado—. Díganle que no estoy aquí, que... ¡que me mudé a Polonia!

—¿Polonia? —dijo Spencer mientras chupaba el jugo de su camiseta—. ¿En serio?

El gritó volvió a escucharse.

—¡¿En dónde esta ese hijo de su padre?!

—Estoy a tu lado, ¿sabes? —dijo otra voz.

—Ay, no —susurró Cameron sumido en nervios—. ¿Qué hago? ¿Qué hago? A ver, me iré por la ventana de la habitación de _____. ¡Si!, esa es una buena vía de esca... ¡AH! ¡Hola, mami! ¿Ya mencioné lo hermosa que te ves hoy?

Libby Boyce, la mamá de Cameron, estaba en la puerta, de brazos cruzados y ceño fruncido, enviándole una mirada a Camreron que hasta a mi me asustó, lo que era ironico porque Libby era una persona super dulce. Detrás de ella estaba Víctor, su papá, con la misma expresión, sólo que a él se le notaba lo divertido que le parecía la situación.

-¡Hola, señora mamá de Cameron!- dijeron todos.

-Hola, Libby- saludé yo.

-Chicos amigos de Cameron, ______- dijo en modo de saludo, luego se giró hacia Cam bruscamente -¡¿Se puede saber que hacías aquí sabiendo que estaba castigado?!

-¡Jake me obligó! - lo señaló acusatoriamente, Jake abrió los ojos como platos.

-¿¡Que yo que!? ¡¿No te dije más de un millón de veces que no?!

-Yo nunca escuché eso, Jake- dijo Cam, poniéndose una mano en su pecho, fingiendo ofensa.

-¡AGH!- bramó éste.

Los chicos reímos por lo bajo, mientras que Libby se llevaba a Cameron de las orejas y Víctor se burlaba de él a espaldas de Libby y Cienna, su perrita, aún seguía en la casa. La cogí y me lamió la cara, cosa que odio.

-¡No, Cienna, ya te dije que no lo hicieras!

-_____, es un perro, te hace eso porque le agradas- explicó Peyton.

-¡Tú me agradas, pero por ello no te voy a babear la cara con mi lengua!- me limpie con una toalla y me aproximé a la puerta -Voy a llevarla.

-Claro, nosotros ya nos íbamos - dijo Landry, a lo que Jake susurró «Gracias a Dios» y se metió a su habitación.

-Es un odioso- dijo entrecerrando los ojos Triana.

Reí y me despedí de los chicos.

Crucé mi patio hacia la otra casa, la de la izquierda, que era muy grande, no tanto pero lo estable, casi igual a la mía. Toqué el timbre dos veces y al minuto una chica morena me sonrió al igual que yo a ella.

-¡Cuñadaaaaa!- dijimos las dos al unísono y nos abrazamos, hacia tiempo que no la veo. Si, cinco días sin vernos para mi es como cinco meses.

-¿Que haces aquí?- preguntó.

-¿Que no puedo venir a ver a mi cuñada-falsa favorita?- reímos -Ah, y también vine a dejar a Cienna- se la entregué.

Ella la cogió y la depositó adentro de la casa, donde se fue corriendo a yonosedonde. Maya hizo un ademán para que pasara lo cual hice.

-¿En donde esta Cameron?