¡No Somos Novios! [Cameron Boyce y Tú]

Capítulo 27 [Maratón: Una primera cita muy... Camarolinesca]

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Maratón 1/3.

- They say I'm trouble. They say I'm bad -cantaba a todo pulmón-. They say I'm evil, and that makes me glad.

-A dirty no-good. Down to the bone -me siguió Cam, mientras conducía -. Your worst nightmare. Can't take me home.

- So what? There's mischief. In my blood -continué yo, "bailando" al son de la música en el auto-. Can you blame me? I never got no love.

- They think I'm callous. A low-life hood -Cameron toqueteba con sus dedos la palanca del auto, al ritmo de la musica-. I feel so useless ¡Misunderstood!

- Mirror, mirror on the wall. Who's the baddest of them all? -cantamos los dos-. Welcome to my wicked world, wicked world...

Luego cantamos (o más bien gritamos):

-I'm rotten to the core, core
Rotten to the core
I'm rotten to the core, core
Who could ask for more?
I'm nothing like the kid next, like the kid next door
I'm rotten to the, I'm rotten to the
I'm rotten to the core.

Después de terminar el primer coro, nos miramos y soltamos una carcajada. Nos habíamos pasado todo el camino al estreno cantando canciones de Descendants; desde Set it off hasta If only. He de admitir que nuestras voces suenan di-vi-nas juntas. Yo no podré bailar del todo bien, pero eh, que si canto... y bastante, diría yo.

-¿Que hora es? -me preguntó Cam.

Saqué mi iPhone de mi bolsito y revisé la hora.

-Tranquilo, aún no vamos tarde -avisé-. Pero ya casi, así que mueve ese trasero... bueno, el que tengas.

-¡Hey! Que tú tampoco tienes mucho que digamos, ¿eh? -se defendió. Yo lo miré sonriendo.

-¿Acaso te has fijado en mi trasero, Mica? -pregunté fingiendo molestia y a la vez conteniendo una carcajada.
Cameron desvió la mirada a su ventana, tratando inútilmente ocultar su sonrojo. Yo solté la carcajada que me aguantaba estruendosamente.

-¡Oh, si lo haces, pervertido! -exclamé, pegándole con mi bolsito-. ¡Sucio, asqueroso, pedófilo, inmundo, maldito puberto...!

-¡Oye, oye! ¡Que voy conduciendo, mujer! -chilló.

-Ou, es verdad -me encogí de hombros, volviendo a mi asiento.

Un silencio algo incómodo (para él) se formó, hasta que yo sonreí y me giré de nuevo para encararlo.

-Miras mi trasero -canturrié, dándole toquesitos con mi dedo-. Lo haces, admitelo. Lo haces, lo haces, lo haces.

-Tampoco es que haya mucho que mirar, ¿no? -dice e instintivamente dejé de reír.

Se pasó.

Me acomodé en el asiento de modo que no pudiese verlo. Miraba la ventana con una mano en mi mejilla y el ceño fruncido. Cameron carraspeo y me llamó, pero yo no le hice caso. Se metió con mi trasero y (aunque me lo dicen mucho) viniendo de parte de él, me dolió.

Justo en el cora.

-Oye, _____... -empezó, pero yo no le hice caso-. Sabes que no lo quise decir... ¡Pero tú te metiste con mi trasero! ¿Que querías, que no me defendiera?

-Ujum -asentí, sin mirarlo.

Él bufo y empezó a darme toquecitos necios con su dedo, tal y como lo hacia aquella vez cuando se le ocurrió la palabra 'Mambrita'.