Capitulo 3

17.2K 489 10
                                    

La próxima ves que diga que nada puede salir mal por favor patéame en la retaguardia por estúpida, y se preguntaran por que lo digo, bueno déjenme describirles mi día antes de la cita con el donador de esperma, empecé muy temprano como siempre hago, corriendo 1km ya que como estoy embarazada me cuido mucho, cuando llegue a casa me di cuenta de que Melissa decidió tomar prestada una de mis faldas favoritas, eso no importa lo que importa es que la arruino, y se preguntan por que estoy enojada por la falda, fácil era una Armani vintag, edición limitada, pero me recupere de eso, pero cuando entre en la cocina para desayunar adivinen quien tomo la ultima dona, Donovan, lo juro este chico tiene un problema de azúcar y no se como se mantiene su figura, pero saliendo de eso, comí un poco de cereal, subí a mi recamara me vestir con otra falda de color crema que me dejaba al descubierto mis piernas las cuales según Duncan son mi mejor arma, la combine con una camisa blanca manga tres cuartos la cual combine con una correa, zapatillas de tacón y cartera marrón, con los accesorios dorados, decidí dejar mi cabello negro azabache en unos ligeros tirabuzones, cuando Salí de la casa me dirigí a mi espacio del garaje donde se encuentran mis coches pero recordé que papá Jasón me acompañaría a esta cita, así que me acerque a su Mercedes X6 negra, el me espero con la puerta abierta y me miro a los ojos y solo dije.

-No preguntes, te contare todo en el auto.

-Ok, e aprendido mi lección después de la ultima vez.

-Gracias, pa, te lo digo enserio este no es mi mejor día.

-Ven, sube y me cuentas en el camino.

-Crees que llegaremos a tiempo.

-Si ahora son las ocho y cinco, en media hora estaremos en la clínica.

Mientras salíamos de las rejas de la mansión y nos incorporábamos en las calles ajetreadas de Roma, podía sentir a mi padre loco por saber que me pasa, así que poco a poco le conté todo y el solo me dio esa sonrisa que hace que me sienta bien de solo verlo, entre conversación y conversación no me percate de que estábamos a una cuadra de la clínica y solo eran las ocho y treinta y cinco minutos, así que estacionamos el auto y decidimos entrar a una de las cafeterías que están cerca de la clínica, ya que solo tuve de desayuno un tazón de cereal, mi padre pensó que era necesario alimentarme mejor así que fuimos, el tiempo paso muy rápido por que después de comer vi mi reloj y vi que faltaban solo cinco minutos para las nueve y para llegar a la clínica nos tomaría por lo menos diez minutos y mi padre dijo que seria mejor llegar un poco tarde así no creerían que tienen la sartén por el mango, así que nos tomamos nuestro tiempo para llegar, cuando lo hicimos pudimos ver varios vehículos deportivos cabe decir del año todos ellos, así que subimos en el ascensor y una de las adorables secretarias nos llevo a la sala de juntas.

****************************************************************************************

En el ático del hotel  Grand Hotel de la Minerve.

Estaba de los nervios, hoy no a sido el día que pensaba que seria, primero Salí para hacer mis ejercicios y el área del gimnasio estaba cerrada por que una de las cañerías del salón de sauna se averió, después cuando pedimos el desayuno, no llego lo que pedí y mi camisa favorita se quedo en casa así que tuve que prescindir de ella, y si ha eso le sumas los nervios que tengo y que creo que haré una zanja en medio del salón de tanto pasearme de un lado a otro.

-Dios, amigo cálmate, me pones de los nervios.

-Ya veremos Darius cuando sea tu turno de conocer a tu pareja.

-Darius déjalo tranquilo, no ves que el pobre esta de los nervios.

Después de eso decidimos irnos para la clínica,  era mejor llegar temprano para poder escuchar lo que los abogados tenían que decirme a mi antes que a ella, como no sabíamos el tiempo que nos quedaríamos en Roma decidí llamar a una concesionaria de autos deportivos para que nos trajeran tres de los autos mas rápidos y  caros de los que tenían, salimos para la clínica, yo y Darius en uno, Robert y Jefry en otro y Ben y Sean en el ultimo, llegamos faltando media hora para las nueve, subimos a la clínica y una de las secretarias nos condujo a la sala de juntas donde el director de la clínica y su abogado esperaban, lo que pocas personas sabían era que el director de la clínica es un hombre lobo igual que todos nosotros, el presento sus respetos cuando nos vio y el abogado procedió a informarnos de lo que se llevaría acabo en esa sala.

Hermoso Desastre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora