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31: Cartas 2 (Famous Last Words)

"Luke: 

¿Alguna vez has tenido la sensación de que estas ahogándote todo el tiempo? ¿Nunca has sentido una extraña presión en el pecho cuando tienes cerca a alguien? ¿No te has sentido incapaz? ¿Pequeño? ¿Insignificante? ¿Invisible cuando ves a alguien y el no te ve? ¿No has sentido que hagas lo que hagas, esa persona nunca va a ser capaz de verte? Claro que no lo has sentido. Tú nunca sentirás eso, ¿No? Porque tú eres Luke Hemmings, el chico popular, el que que tiene a todas las chicas y chicos a su disposición, el chico "malo" y revoltoso que siempre tiene problemas con los maestros y se rodea de un grupo de amigos igual de problemáticos a él... Tú nunca debiste sentir eso. Tú nunca vas a sentir eso. 

¿Sabes qué es más ridículo que querer a alguien que no te quiere? Querer a alguien al que no le importas, y eso es lo que me pasa contigo. Y es ridículo, porque aunque sé quién y cómo eres tú, aún existe en mi la pequeña esperanza de existir para ti. Cuando te vi por primera vez, nunca pensé que alguien lograría romperme en tantos pedazos con solo verlo, porque eso es lo que pasa cuando te tengo cerca o te miro: El mundo se me desmorona. Al principio, intenté hacerme creer que solo era una atracción y ya, que se pasaría pronto y que en algún momento me reiría de aquello, pero, como todo en mi vida, nada salió como lo esperaba. Me repetía una y otra vez que tú no eras más que un amigo, un amigo con muchas relaciones, que yo solo era el compañero de salón que se sentaba detrás tuyo y de vez en cuando te hacia reír. El compañero al que le podías contar sobre tus problemas amorosos, sobre las personas con las cuales te estabas enredando, y... Ya, solo era eso, porque tú nunca me preguntaste por mi, nunca te interesaste en saber de mi y supongo que eso estaba bien... Por lo menos, en esos momentos estaba bien para mi. Hasta que descubrí que mi primer amor eras tú.

Tus abrazos y saludos, hasta bromas, eran todo lo que necesitaba mi día para terminar de manera perfecta, porque no voy a mentir, podría pasar días enteros mirándote, oyendo tu risa y tus estúpidos comentarios. Todos los caminos parecen llevarme a ti. Cuando camino bajo la lluvia, escucho música, hago tareas o hago cualquier cosa, pienso en ti y en lo horriblemente placentero que es ahogarme y perderme en tus ojos, sentirme diminuto en tu presencia. Debo admitir que comencé a usar más tumblr solo porque sabía que amas esa red social, y aunque nunca te di mi blog, tu si me diste el tuyo y aún cuando en la barra del buscador de mi computador pones "Tumblr", lo primero que aparece es esa url. 

Todo empeoró cuando escuchaba música y solo podía pensar en ti: Porque sabía que amabas la banda o porque la canción me hacia recordarte. Eso fue mi perdición. Luego te asocié con un personaje de mis libros y supe que estaba tocando fondo pero siempre intenté negarlo. Supongo que, a pesar de todas mis esperanzas, siempre tuve bastante claro que tu y yo no podríamos ser, ni en mis sueños. ¿Sabes lo que da más rabia? Que me importes y me duelas tanto. Que haya empezado a sufrir insomnio por tu maldita culpa y que ahora no pueda disfrutar ni un minuto de descanso porque pareces en mis sueños, pesadillas... En los pensamientos que tengo al despertar y cuando voy a dormir, es horrible que cualquier cosa o persona que tengo, me recuerde a ti, pero más horrible es el dolor en el pecho que siento cuando eso pasa... Tú recuerdo es un fantasma que nunca deja de perseguirme. 

Me gustan mucho tus ojeras. Son enormes, parecen lunas debajo de tus ojos. Amo tu cabello, aunque lo lleves con aquel estúpido corte que siempre te hace ver como un andrajoso. Aunque odie admitirlo, también me gusta tu personalidad estúpida llena de chistes y comentarios pendejos. Siempre he pensado que eres como un libro abierto en un idioma que los demás no entendemos: Todo lo que eres se puede ver si uno presta la suficiente atención, pero a la vez no muestras todo... Tienes dos personas completamente distintas encerradas dentro de ti, la máscara superficial  que le muestras a todos y el otro tú, que aveces sale a la luz pero no se queda por mucho... Como un trueno.