33: Waste The Night

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1/? Celebración primer aniversario.

Mess-girl: (...) Te diré dos canciones que, según yo, quedarían perfectas: Waste The Night y Vapor de 5sos, claro; Esa sería mi sugerencia (...). [I lof u, honey.♥ Gracias por la idea y el apoyo y tu existencia, en general]

Lavó su cara con abundante agua y por alguna extraña razón, aquello fue lo único que le hizo sentir que no iba a ahogarse. Revisó su cabello: Lo había peinado y despeinado tres mil veces desde que estaba en aquel baño pero nada parecía hacerlo ver bien. Solía sentirse en un laberinto, uno demasiado complejo y demasiado grande como para tener la más mínima posibilidad de poder salir de allí. Solía experimentar, repetidamente, que todo lo que lo rodeaba lo consumía, lo drenaba: Se sentía tan débil, pero a la vez no se sentía a punto de perder nada, tampoco se sentía solo, ni desesperanzado. De hecho, nunca se había sentido tan vivo y cómodo. Sabía que razón de aquella turbulenta calma que calaba en sus huesos y lo hacía sentir de aquella extraña manera era Luke Hemmings. 

Acomodó otra vez su pantalón de sudadera gris claro y su camiseta blanca. Mordió sus labios, solo porque quería tener los ojos del rubio sobre ellos: Lo había notado por casualidad, casi error, pero cada vez que mordía sus labios tenía un par de ojos azules sobre ellos. Limpió el sudor de sus manos con una pequeña toalla que se encontraba al lado del lavabo, caminó hasta su cama para tomar su celular escondido dentro la funda de la almohada y se dirigió a la puerta, retirando con sumo cuidado el pestillo de la cerradura. Miró a la cama de Michael, asegurándose de que aún estuviera dormido antes de abrir la puerta con lentitud y, al estar afuera, cerrarla de la misma manera. 

No tuvo que caminar mucho para llegar a la habitación de Hemmings, pero si tardó demasiado en decidir si tocar la puerta o no. No era por Ashton, él no estaba ahí esa noche y, si lo hubiera estado, se hubieran quedado sentados en el pasillo o en algún escalón de las escaleras que estaban al fondo del mismo. Como todas las noches en todos los hoteles de todos los lugares en los que tenían un concierto. 

Cuando Luke abrió la puerta lo único que pudo hacer fue recriminarse mentalmente por haber esperado tanto para golpear aquel pedazo de madera: El rubio se veía tan apuesto que dolía mantener la mirada sobre él, pero a la vez, era totalmente imposible apartarla. No entendía como las personas se maravillaban tanto por ver una estrella fugaz cuando existía Hemmings, que, según Calum, iluminaba el doble, maravillaba el triple y, lastimosamente, solo aparecería una vez en la existencia del universo. El gustaba tener frente a sus ojos a un acontecimiento tan extraordinario y hermoso como Luke Hemmings.

Le gustó el doble cuando el rubio le regaló una tímida sonrisa y le pidió que pasara. 

Sabía que Hemmings siempre escogía la cama que daba a la ventana porque cuando no podía dormir en las noches, le gustaba ver las luces de las diferentes ciudades: Los faroles de los autos, las iluminaciones de los edificios, les letreros brillantes de grandes empresas o antros de mala muerte. Así que se dirigió a ella y se sentó, dándole la espalda a la  ventana mientras veía al chico de ojos azules sentarse a su lado. 

"Me gusta tu beanie" La voz del moreno salió en una voz demasiado baja, pero Calum no lo notó porque estaba bastante ocupado intenta calcular cuantos centímetros separaban su rodilla y su brazo del de Luke. Apestaba en matemáticas. 

"Claro que te gusta, porque es tuya" El rubio se encogió de hombros descuidadamente mientras respondía en el mismo tono de voz que el chico de ojos cafés. "Sabes que, hmmm, tengo la costumbre de robarlas bastante seguido" 

"La verdad es que... La verdad es que se... Se te ven mejor a ti" Su intento por sonar relajado había fracasado de manera brutal y quería golpearse por ser tan estúpido. Luke sonrió, como si las estrellas que había en sus ojos no iluminaran lo suficiente. 

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