15. "ten por seguro que mataré al mal nacido que te hizo sufrir"

53 4 0
                                    

—¿Sobre qué? —traté de sonar lo mas natural posible ya que por dentro me moría de nervios.

Sus ojos miraron con intensidad los míos, no los apartaba o movía, y eso me ponía más nerviosa.

—Bien, pues... sobre el beso —hizo una breve pausa. —los dos besos. —pasó su mano por su nuca, y eso me dio a entender que estaba nervioso.

—Si, eso. —me pasé un mechón de cabello atrás de la oreja.

No se pueden ni imaginar la tensión que hay en estos momentos. Hasta se podría cortar con un cuchillo, sin filo.

—Solo... —carraspeo. —quería decirte que si podrías olvidar que todo eso paso.

Esperen, ¿Escuché bien?

—¿Que yo que? —le pregunté confundida, en serio creo que no escuché bien. De un momento a otro su rostro cambió de estar nervioso a estar algo enojado.

—¿Estás sorda? —se acercó a mi rostro. —Que. Olvides. Todo. Lo. Qué. Pasó. —dijo pausada y fuertemente. Todo rastro de nervios que el tenía hace un momento se esfumó completamente. Me hablaba como si tuviera algún problema.

La confusión que sentía era muy grande, de un momento a otro cambia su ánimo.

—Ya va, espera un segundo. ¿Estas loco o qué? Me reclamas como si hubiera sido yo quien te besó, te recuerdo que fuimos los dos. Y al parecer eso no te molesto mucho, porque en ese árbol fuiste tu quien me besó. y ahora actúas como si yo tuviese la culpa. ¿Qué es lo que quieres de mi? Traté de alejarme de ti y lo sabes, ya que me buscabas sin importarte nada.

Las palabras salían solas de mi boca, no tenían filtro. Matt se ríe como si le acabara de contar un chiste. La sangre se me sube a la cabeza, no pensaba con claridad, lo único que tenía en la mente era enojo. Mucho enojo.

—La verdad te besé porque como decías, solo quería llevarte a la cama, tenía el plan de que si te conquistaba lentamente caerías a mis pies. Pero veo que ni para eso sirves, lo único que sabes es hacer berrinches y llorar. ¿para eso si estas mandada a hacer no?  —me quedo boquiabierta al escuchar la reacción de matt, y la frialdad que miro en sus ojos. El tomó un cigarrillo de su bolsillo trasero y lo llevó a sus labios para luego encenderlo calmado, sin mostrar la mas mínima señal de arrepentimiento por las horribles cosas que me acababa de decir.

Sentía mi vista nublarse y como mis ojos comenzaban a picar. Estoy segura de que mi cara está roja como un tomate, sentía el calor en mis mejillas. La furia me carcome por dentro y ni siquiera puedo pensar. Me acerco a él a paso decidido, levanto mi mano a su cara y le doy una bofetada, fuerte. El sonido de mi mano en su mejilla había resonado por todo el patio. Matt al recomponer su postura sonrió.

—Bien, me lo merecía, ahora, Chanel, ¿Cómo te lo explico...? tú a mí nunca me interesaste, solo eras una más en mi lista, ¿De verdad creiste que tú me interesabas? Pues no. Solo de eso quería hablar.

Solo de eso... Sentía como mi corazón se apretaba hasta hacerse añicos.

Nunca me había sentido tan estúpida, tan decepcionada, tan... rota. No pude aguantar un segundo más allí, así que me giré sobre mis talones y me fui corriendo.

Yo lo sabía, sabía que esto pasaría. Sabía que terminaría así, llorando y corriendo sin rumbo alguno. Con el corazón roto por segunda vez. Me siento destruida, ofendida, utilizada, por segunda vez. Prometí no volver a llorar por un chico, pero es inevitable. Me rompió. sin sentimiento, sin arrepentimiento, sin una gota de dolor, y me duele pensar que hasta había llegado a sentir algo por él, porque mentiría si dijera lo contrario. me siento estúpida, porque sabía perfectamente que el haría esto. Pero igual lo besé, igual le dejé quedarse conmigo ese día, y nuevamente besarlo. Que idiota soy.

¡Otra Vez No! PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora