Retentiva

capítulo 1

Despierto.

Estoy en cama. Sábanas y cobijas arropadas a mi alrededor, suaves pero plásticas. Mis piernas repantigadas fuera de la cama como si me hubiera caído. No hay luz en la habitación excepto por un tenue amarillo y un brillo más oscuro y frío resplandeciendo a través de la ventana, sus cortinas cerradas sólo parcialmente.

¿Dónde estoy?

Las sabanas son desconocidas para mi, igual que la cama, la habitación.

Miro hacia abajo, veo la fina tela envolviéndome desde el cuello hasta las rodillas. Mis pies están expuestos.

Hay formas oscuras por todas partes.

¿Personas?

Me levanto deslizándome lentamente sobre mis codos, arrastrándome hacia atrás hasta que mis hombros golpean la cabecera de madera de la cama. Me siento en silencio, observando. Esperando.

No hay movimiento. Ninguna otra respiración además de la mía.

No hay personas aquí, deduzco, sólo cosas. Silla. Cómoda. Escritorio. Lámpara. Puedo verlos a medida que mis ojos se ajustan a la oscuridad. Formas familiares, palabras fáciles en mi lengua pero a pesar de eso...

No reconozco estas formas oscuras, estas cosas.

¿Dónde estoy?

Me levanto.

La puerta de la habitación en la que estoy se abre fácilmente, sin llave puesta, balanceándose sin restricción, y salgo hacia el pasillo. Está oscuro y hay una alfombra bajo mis pies, haciéndome cosquillas en las plantas, gruesa y suave. Se extiende más allá de mí, lleva a dos puertas cerradas.

¿Qué se esconde detrás de ellas?

No quiero ver.

Escaleras. Las veo ahora, un poco a mi izquierda, y avanzo hacia ellas, agradecida. No sé dónde conducen, pero tiene que ser lejos y eso... eso es mejor que esas puertas cerradas. Las escaleras también están alfombradas, tercias, bajo mis pies, y bajo, bajo, bajo, hacia más oscuridad.

Puedo caminar. Puedo hablar, susurrar alfombra en la oscuridad. Conozco las palabras: manos, puerta, camisón, cama, oscuridad, luz.

¿Dónde estoy?

Al pie de las escaleras, ahora hay madera bajo mis pies, estoy parada en un piso, toda la oscuridad alrededor bordeado sólo por la oscuridad más intensa de más habitaciones, con sombras aguardando.

La puerta está a mi izquierda, a sólo unos cuantos pasos de distancia.

Me muevo cuidadosamente hacia ella, mis pies atravesando sigilosamente el piso. Veo mis dedos pero no se sienten como míos. Tal vez estoy soñando, un sueño en el que todo es familiar pero a la vez no, comprendido pero no conocido.

Abro la puerta.

Noche, es de noche, y una luz de calle brilla con suficiente fuerza como para derramarme sobre la tenue luz de las estrellas que se esfuerzan por encima de ella.

Cierro los ojos.

Pienso en las estrellas. Su luz viene de años y años de distancia. Constelaciones: La Osa Mayor, Orión. Venus a veces brilla con fuerza, bajo el cielo nocturno, y es confundido con una estrella.

Abro los ojos.

Sigo sin conocer. No conozco este lugar. ¿Dónde estoy?

Hay más escaleras, resistentes para el exterior, para el clima, y bajo por ellas. Me alejo de la habitación, el pasillo, las escaleras.

Una casa.

No la conozco.

¿Dónde estoy?

Retrocedo, camino sobre césped. Esta frío y húmedo por el rocío nocturno, contra mis pies, enviando un escalofrío que se arrastra a través de los dedos de mis pies y por mi columna vertebral.

Caminando, estoy caminando, casi corriendo, fuera del césped y hacia una calle, la luz resplandeciendo al final de ella, brillando sobre un letrero. Knowledge lane. ¿Dónde estoy?

Calle, callejón, calzada, paseo, carretera, los conozco.

No conozco Knowledge lane.

¿Dónde estoy?

Cierro los ojos, esto es sólo un sueño extraño y malo, como...

No sé.

No recuerdo ninguna pesadilla.No sé...

Abro los ojos.

Todavía está oscuro, todavía es de noche, mi piel está fría y la tengo como de gallina, pero esto no es real, es sólo un sueño, un mal sueño y se eso tal como que yo soy... soy... soy...

No lo sé.

No lo sé.

Cierro los ojos, temblando ahora. Fin del sueño.