Despierto. Aún estoy en el hospital. Aún en un mundo donde todo es un espacio en blanco.
Pero existe una razón para el vacío, a pesar de mi confusión.
Tengo amnesia.
No tengo retentiva.
Me he olvidado de mí misma. Los médicos creen que podría haber sufrido una infección en mi corteza cerebral, y que eso es lo que hizo que mi memoria desapareciera.
No hubo rastro de una infección en ninguno de los exámenes dicen, pero soy joven y saludable y probablemente la combatí sin sentirme mal nunca. Sólo perdí mi memoria en su lugar.
No veo a la enfermera de cabello gris de nuevo, pero ella tiene razón, tengo que irme a casa.
Más o menos.
Me dan el alta del hospital, me dicen que por eso de que soy joven y sana, tengo suerte. Me dicen.
-Aiden, eres una chica afortunada; las cosas podrían haber sido tremendamente peores; recordarás todo otra vez, estarás bien, pero necesitas tiempo y ayuda. No dejes que los demás fuercen tu recuperación. CUídate.
Eso se repite una y otra vez, una red de palabras, hasta que me encuentro fuera del hospital, dentro de un coche que no conozco, negro en el exterior, gris en el interior; una madre desconocida, la mamá de Aiden, preguntándome si estoy hambrienta o si necesito algo mientras conducimos por calles que no recuerdo para volver a una casa que solo reconozco porque me desperté en ella a pesar de que pensé que estaba soñando.
Pero no era así.
Era real.
Es donde se supone que debo estar.

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Retentiva
Novela JuvenilAiden lucha por atravesar la niebla de amnesia con la que despierta mientras cumple con la rutina de la vida de en la escuela secundaria. Pero los recuerdos que surgen tienen un lugar en un mundo muy diferente, donde ella y sus amigos de rostros fam...