capitulo 6

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99-312 duerme. 99-312 despierta. Lo oigo; la agitación, el desplazamiento de brazos y piernas, el emerger de los sueños.

99-312 escucha música. Fuerzo a mis pies a permanecer quietos, a no dar golpecitos al ritmo porque la música no beneficia a nadie. Es difícil, sin embargo, porque sólo he oído el himno nacional y no tiene un ritmo de esos que impulsan a tu interior a temblar.

El teléfono de 99-312 suena, y la música se detiene. 99-312 está tranquilo, pero no responde al teléfono.

Escucho, oigo los sonidos de respiración. Inhalo, exhalo, inhalo, exhalo. El teléfono suena y suena una vez más. ¿Por qué no contestará el teléfono? No puedo creer que tenga uno. La lista de espera por uno de ellos es de meses, años. Usualmente sólo los funcionarios de CDP o sus familiares pueden obtener uno.

La respiración está regulada por el sistema nervioso central. Ocurre de forma inconsciente.

Mis pies están fríos. Pienso en zapatos, forrados con tela caliente. Si lo hago bien, si consigo permiso para comprar en una tienda del gobierno, una tienda oficial, puedo comprar algunos. Un día, puede que incluso sea capaz de ponerme en la línea por un teléfono, a pesar de que si hablo en él alguien como yo escuchará cada palabra que diga. El CEA está siempre, siempre vigilante. Esa fue la primera cosa que aprendí. Tenemos que mantener a todos a salvo, y todos tienen un papel que desempeñar en eso... a menos que estén intentando dañar al CDP. De herirnos.

Bostezo, apoyo mi cabeza sobre mi mano. Me digo que tengo que seguir escuchando, permanecer atenta, en vigilia, despierta. Esperar. Algo sucederá. Lo sé. Puedo sentirlo.


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