capítulo 11

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99-312  está tomando sopa. Oigo el sonido que todos hacemos al sorberla y mi estómago se acalambra porque no he comido nada desde antes de venir aquí y sólo fueron un par de tostadas, la punta de un pan viejo que dañaba mis dientes cuando masticaba.

99-312 deja escapar un suspiro y se levanta. Su silla raspa el piso. Escucho, preguntándome qué hará ahora ahora, pero no oigo nada.

Tres días aquí, en este ático, en esta silla, y no ha habido nada excepto leer, dormir, comer, tomar una ducha, y una llamada telefónica que no fue contestada, el interceptor nunca se activó.

Ojalá su vida fuera la mía.

Miro a mi alrededor entonces, con culpa, como si alguien pudiera oírme. Nunca se sabe, e inclusiva reviso mi boca para asegurarme de que esté cerrada. Lo está, por supuesto. Sé lo que las palabras pueden hacer. Estoy aquí por ellas, estoy aquí para escuchar, para asegurarme de que las palabras equivocadas no sean dichas. No sé por que 99-312 está siendo observado. Su archivo es muy delgado, como si acabara de aparecer hace unos años. Eso no debiera ser posible pero con todos los archivos que el CEA tiene, a veces las cosas se pierden en los archivos del CDP.

Desearía que mi archivo se hubiera perdido.

Todavía no hay nada de 99-312. Debe estar durmiendo... no. Está leyendo otra vez. Oigo el lento pasar de las páginas. Suspiro y cierro los ojos. 

 

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