24. Un chico *Parte 2

159 17 7
                                    

Ross.

UN CHICO!?! UN CHICO!?

OH DIOS! Y SI ES FEO!? Y SI LA LASTIMA?! Y SI NO LE GUSTA R5!? Y SI NO LE PUEDE DAR LO NESARIO A MI PEQUEÑA!?! Y SI...!?!

oh dios me va a dar un infarto si no me calmo.

Respirar es mi amigo ahora.

Y creo que me pongo morado.

Sigo morado desde hace un rato, de hecho.

—Ross, ya olvidalo—dice ____ llevando los platos.

Todos acabaron de comer.
Excepto yo.

—No puedo. Es duro. ¿Has tenido esa sensación de tenerlo todo como....¡un Tamal! y luego llega alguien y te lo tira al suelo?—Ella me mira incredula—¡Asi me siento!

—¿Estas comparando a Ela con un tamal?

—¡Si!...No...bueno...¡Ese no es el punto!

—Ross, ella ya está grande. Sabíamos que tarde o temprano comenzaría a interesarse por los chicos—dice sentándose a mi lado y acariciando mi espalda.

—Lo se...—suspiro—Quiero conocer al tipo...¡Lo interrogaré!

—Ross—dice ella algo asustada pero no me detengo.

—¡Lo intimidaré!

—Ross

—Y si lastima a mi princesa...¡Sufrirá!—_____ deja caer su cabeza sobre la mesa en forma de cansancio.

Lo haré. Nadie así de fácil me quitará mi tamal.

***

Ela.

—¿Segura que a tus padres no les molesta?—pregunta Max incomodo

—Claro que no...y de hecho, no son técnicamente MIS padres—me rio nerviosa—Seguro les caes bien.

—¿En serio? ¿A "El famoso Ross Lynch" no le molesta que un niño vaya a su casa para ver a su "hija"?

Me rio por lo ultimo, porque trató de hacer una imitación de Ross y no le salió.

—No. Por algo ya les pregunté ayer.

—Okay...

***

Narra _____.

—¡Ela! ¡Llegó tu "Visita"!—grito mientras abro la puerta.

Veo a un joven de unos 16 años de ojos mieles y cabello casi rubio parado en la puerta con una sonrisa nerviosa.

Me recuerda a Ross de joven. Solo que Ross era mucho mas apuesto y nada lo supera.

—¡Hola!—saludo Amigable—Pasa, pasa.

—Gracias—dice nervioso mientras entra.

—Ela estaba muy emocionada de verte esta noche—sonrio.

—¿En serio?—preguntá sorprendido.

Oh...creo que ahora me esta pasando esa típica escena donde sin quieres los adultos avergüenzan a su hija adolescente sin querer.

—Emmm...si, lo mencionó ayer...—sonrío nerviosa.

***

Ela.

—Está deliciosa su comida señora—dijo Max apenas probó el pollo.

—De hecho, jovencito....yo lo hice—dijo Ross sonriendo hipócritamente.

¡SMILE!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora