Capítulo 14

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-Lo siento...- dijo Elliot tras estar casi seis horas intentando lo mismo- Yo no los he encontrado- su mirada triste me examinó por un segundo. Seguramente mi aspecto era deplorable- Quizás si Adam y yo lo intentáramos...- Lo detuve antes de que tuviera una nueva idea y pasáramos otras seis horas en lo mismo.

-No. Elliot, tranquilo. Estoy seguro de que tu telepatía es suficientemente fuerte, además ni hablar de que eres el Elemental de la Luz. Yo sólo debo...- Me puse en pie alejándome de mi cama en la cual habíamos estado todo este tiempo- Debo tomar una ducha y prepararme para ir al instituto.- dije buscando roba en mi closet.

-Aaron, los chicos y yo estábamos pensando que quizás sería mejor si descansaras unos días y no fueras al instituto- Elliot me abrazó por la espalda.

Reposé mi cabeza contra la fría madera de la puerta del closet. El cuerpo de Elliot se amoldaba perfectamente al mío. Sus fuertes y enormes brazos me tomaron por la cintura acariciando suavemente ésta con sus pulgares. Su pecho y abdomen estaba recostados contra mi espalda. Su cabeza reposaba en mi hombro de una manera suave y tierna. Poco a poco sentía como mis problemas se hacían más tolerables gracias a su contacto. Pero como cada cosa en mi vida debe ser arruinada, mi cerebro se encargó de recordarme que Elliot y yo no somos nada; o ¿quizás sí? ¿Qué somos? Novios definitivamente no, él nunca se ha interesado en formalizar la relación, quizás no soy lo suficiente para él; además aún está el detalle de que Elliot está comprometido con Arika, llevaban dos años juntos, ¿Y nosotros qué? Hace tan sólo diez meses que iniciamos éste viaje; ¿Pero entonces qué somos? ¿Amigos con derecho a roce? ¡Joder, eso lo decían los estúpidos niñatos hormonales de mi instituto humano para justificar el hecho de que sólo querían follar con quienes quisieran sin compromisos! ¿Y si Elliot sólo estaba experimentando con chicos y quería mi... Virginidad?

-Aaron, tú y yo...- Elliot me sacó de mis pensamientos los cuales estoy seguro él estaba leyendo.

-Vete- lo interrumpí girándome y apartándolo de mí con mis brazos- debemos estar listos para ir al instituto

-En serio no deberías ir...-El ángel era un poco cabezota así que lo interrumpí de nuevo perdiendo mi paciencia.

-¡IRÉ! ¡¿Entendido?!- le espeté con furia para luego calmarme. Él no se merecía esto después de todo lo que hizo por mí. Tampoco es su culpa mi estado de humor; simplemente me siento vacío sin Omen. Seguramente en este momento me estaría reprendiendo por comportarme como un idiota con Elliot; porque aquellas voces eran más que una máquina de presagios, con el tiempo las vi como una conciencia, una muy ruidosa- Por favor, vete, Elliot. Nos vemos en el coche, realmente no me apetece desayunar hoy. Gracias- Dije calmándome y dirigiéndolo hacia la puerta.

-Vale.- Elliot salió de la habitación resignado.

En cuanto el ángel abandonó el recinto, me dirigí al cuarto de baño desnudándome de camino hasta allí. Deslicé suavemente la última prenda que me quedaba para luego ingresar a la tina.

El agua caliente abrazaba mi blanquecina piel cubierta de unos cuantos lunares como si de constelaciones se tratase. El silencio de la habitación estaba lejos de ser reconfortante. Ya me había acostumbrado a tener a esas ruidosas voces parloteando a cada instante, aunque claro algunas veces decidía callarlas, esconderlas en mi mente para obtener descanso o privacidad; nada se comparaba y me producía tanto horror como tener le conocimiento de haberlas perdido para siempre.

¿Qué soy ahora? Definitivamente una banshee no. Azael tenía razón, no soy nada. Ya no puedo ver el futuro, ya no puedo prever las muertes, ahora nuestro equipo está indefenso, y ni hablar de mí. Sin las voces en mi mente también he perdido la capacidad de gritar, prácticamente la única capacidad ofensiva que tenemos las banshees para aturdir, Porque absorber la energía requiere acercarse demasiado, eso es un riesgo que no correría en una batalla. Así que haciendo inventario sólo puedo defenderme con campos de fuerza, absorber energía y curar heridas; Prácticamente soy inservible para un combate. Si no fuera por mi habilidad de Elemental oscuro yo... Espera, ni si quiera soy capaz de manejar dignamente las sombras y la oscuridad para lanzar un ataque. Joder, soy patético.

Saga Elementos y Sombras II :Tierra RenacienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora