Saga Elementos y Sombras II :Tierra Renaciente

Capítulo 16

Especial de Navidad (2/2)

-¡Aaron, regresa aquí!-La dragona se cubrió con una de las sábanas y se apresuró a salir intentando alcanzarme; su movimiento fue seguido por Sarah quien se movía con vergüenza

-¡¿Qué?!- me detuve al instante y me giré para encarar a las dos elementales quienes me observaron atónitas por mi reacción.

-Yo... Aaron, escúchame...- Beca intentó acercarse pero no lo logró gracias a que creé un campo de fuerza alrededor de mí- ¡Oh, por las flamas! ¡Esto es muy infantil, enano!- habló exasperada la dragona- Parecen las discusiones que teníamos cuando niños. Siempre te cubrías tras tus campos de fuerza para no solucionar los asuntos.

-¡No es infantil!- grité haciendo un puchero y cruzándome de brazos

-Por favor, déjanos explicarte- Sarah habló más decidida, recibiendo un gesto de negación por mi parte, de respuesta.- Por favor- Tal parece que Sarah realmente necesitaba aclarar el asunto porque empezó a cantar suavemente.

Su melodiosa voz llegó a mis oídos, intentando calmarme o doparme. Allí estaban las dos, con sus rostros teñidos de rojo por la vergüenza y la exasperación. Ambas cubiertas por las sábanas color azul marino pertenecientes a la cama de la sirena. Juntas con su piel aún cubierta por unas perladas gotas de sudor, sus cabellos hechos un lío, los risos rojizos de Becca se veían más salvajes de lo natural y el rubio cabello de Sarah, parecía querer formar una melena de león, además sus respiraciones eran inconstantes; era obvio que todo aquello se debía al acto en el que estaban antes.

-Ni lo intentes Sarah- Regañé a la sirena haciendo que esta detuviera su canto al instante- Sabes que tu hipnosis no funciona conmigo.- La rubia inclinó su cabeza por la vergüenza.

-Al menos lo intentó...- dijo Becca sonriéndole a Sarah mientras la acercaba a su cuerpo en un gesto para subirle el ánimo; pero que en este instante yo interpretaba como algo más.- Por favor, Aaron- Habló más suave y delicada la dragona- Tan sólo escúchame... - La mirada de mi mejor amiga se veía herida, podía sentir un gran pesar en su rostro. En ese momento me sentí un cretino.

-Bien- Asentí- Pero sólo los dos- hice un gesto hacia Sarah disculpándome, pero claramente este era un tema que sólo quería zanjar con mi mejor amiga- Sarah, por favor podrías ir a tu habitación a ducharte y vestirte; cuanto antes Becca y yo iremos en tu búsqueda para bajar juntos. En la primera planta tenemos algo esperándote.- Sarah buscó la mirada de Becca quien hizo un gesto de aprobación e inmediatamente la sirena se despidió de nosotros.

-Voy a prepararme- Sarah hizo un ademán de despedida con su mano y se encaminó hacia su habitación.

Allí nos quedamos, Becca y yo, de pie en silencio observando como la figura de Sarah cubierta tras las sábanas azuladas, se perdía a lo largo del pasillo hasta ingresar en su habitación. Inmediatamente tras el ingreso de Sarah, Becca se giró en mi dirección y me observó con la cabeza inclinada hacia el suelo en un silencio más incómodo

-Me sería más fácil hablar contigo, sin tu caparazón anti-problemas- dijo la elemental de fuego con un falso tono jocoso, intentando subir los ánimos en el ambiente.

Dejé caer mi campo de fuerza lentamente de mala gana, el escudo que me protegía de tener una conversación incómoda con mi amiga desapareció por completo. Era momento de hablar, dejar de ser tan miedoso y tímido, el chico tímido e inseguro se esfumó cuando terminé con Elliot, ese era el Aaron del ángel; debo recordar que hora soy otro Aaron.

-¿Y bien?- mi voz sonó un poco más ronca de lo que quería. Becca levantó su mirada dejándome ver sus hermosos ojos color rojo, tan fuerte como el de la lava que recorre un volcán- ¿Desde cuándo?- la furia recorría mi voz.