¿Navidad?

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—Ayer fue la fiesta de mi hermano—comento Blake a Svetlana con una sonrisa, que sabía ella no notaria. El chico había echado de menos a la pelinegra, pues la noche anterior por el cumpleaños de Max no pudo conversar con ella.

—¡Vaya! Felicitaciones a tu hermano—respondió enseguida—¿Cómo se llama?—inquirió curiosa.

—Maximilian.

—¿Es tu hermano mayor?

—Sí, es seis años mayor que yo—le respondió sin demora—¿Tú tienes hermanos?—pregunto con entusiasmo, ella nunca hablaba de su familia y tenía que aprovechar que el tema había salido a la plática.

—Si tengo dos, son más grandes que yo. Una se llama Katya tiene veinte años y Yerik tiene diecinueve.

—Vaya, ¿y aún viven con ustedes? Nunca los he visto contigo—comento un poco apenado, con eso le daba a entender que la había estado observando demasiado.

—Pues Katya es ama de casa, se casó hace un par de meses y está esperando su primer hijo. Ella vive con su esposo en Moscú—le explico con una sonrisa, le gustaba saber que Blake le ponía atención—y mi hermano es sargento en el ejército—el joven se sintió identificado con Lana al saber que su hermano trabajaba en la milicia en la frontera de Rusia.

—Mi hermano también está en el ejército—comento—. Es Mayor.

—Eso es increíble, ¿te llevas bien con tu hermano?—pregunto desviando un poco el tema.

—Si, aunque él es muy diferente a mi nos queremos mucho—la respuesta le pareció tierna a la pelinegra—. Casi no lo veo pero está muy pendiente de mi madre y de mi—suspiro—¿Y tú?

—No somos muy unidos—confeso avergonzada y triste, le hubiese gustado llevarse bien al menos con uno de sus familiares. El corazón de Blake se encogió al leer esa respuesta ¿Cómo era posible que sus hermanos no estuvieran cerca de ella?, ella era tan dulce. Seguramente no le gustaba la idea de que sus hermanos estuvieran alejados de ella, así que prefirió no hacer más preguntas, era un tema difícil de hablar.

—Supongo que eres más unida a tus amigos ¿no?—dijo unos segundos después.

—Sí, tengo cuatro amigos que son como mis hermanos—respondió con alegría.

—Eso es genial, ¿Cómo se llaman?

—Mi mejor amigo se llama Volker, también esta Fabian y Andreas, son mayores que yo casi de la edad de tu hermano pero me cuidan mucho—Blake se quedó sin respuesta por unos minutos. Era curioso que ella tuviera un amigo llamado Andreas, pues el mejor amigo de su hermano tenía el mismo nombre, quizás era común en Oriente—y tengo una amiga, es la prometida de Fabian, se llama Anastasia, es una chica muy dulce. ¿Tú tienes muchos amigos?

—No, nunca he sido muy sociable—confeso distraído—. Tengo varios conocidos pero solo dos amigos y no viven en Alemania, están en Nueva York—ella miro con curiosidad la pantalla. Cuando estaba en clase de historia, habían leído un poco acerca del mundo antes del cataclismo y en su libro había una imagen del Parque Central de Nueva York, en América, un lugar utópico para la chica—. Se llaman Carlo y Lorean.

—¿Son artistas como tú?

—Solo Carlo, él es escultor e íbamos a la misma Universidad. Lorean está estudiando publicidad—respondió con nostalgia, aunque diario hablaba con ellos los echaba mucho de menos.

—¿Aun sigues en contacto con ellos?

—Si, por el mensajero. Posiblemente vengan de visita el próximo año o quizás yo vaya a Nueva York—comento. El miedo invadió a Svetlana, él se iría de Alemania y eso significaba que probablemente nunca volviera a saber de él.

Antes del amanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora