SIEMPRE FUISTE TU

5. ¿Por qué a mí?

Un nuevo día comenzaba y una nueva tortura para el peliazul. Con los ojos cansados y pasos lentos se dirigía al departamento de ventas, ya no tenía ganas de ir al trabajo sabiendo lo que le esperaba. Ni bien llego a su escritorio varias mujeres se le acercaron y alguno que otro doncel para preguntarle sobre el castaño con el objetivo de llegar a él; al cual solo llego a responder que hablaron solo de trabajo. Para complicar las cosas Kirishima pasó a ser uno más del departamento de ventas, si no lo encontraba en su oficina, este le interceptaba en los pasillos o en el baño, la situación lo estaba exasperando. Al final resolvió librarse de él saliendo a sus rondas y tratando de no volver a la oficina que terminó por funcionar un tiempo relativamente corto.

Nuevo mensaje:

"Mañana te llevaré a un nuevo restaurante, así que no te hagas compromisos. Es una orden"

"Kirishima Zen"

- Tsk... ¡Ese maldito! – refunfuño apretando el celular.

Al día siguiente....

- ¡Henmi! - se acercó emanando un aura oscura.

- ¡oh! Yokozawa-san ¿ya le mandaron el mensaje? – hablo ingenuamente sin percatarse de la situación.

- ¿A que te refieres?

- Kirishima-san lo estaba buscando. Entonces le di su núm... ¡Auch! ¿Por qué hizo eso Yokozawa-san? – dijo con pequeñas lagrimas en los ojos.

- ¡POR IDIOTA! – dijo retirando el puño que había enterrado en su cabeza.

- ¡oh! Yokozawa-san – se acerco uno de los editores de Japun.

- Katou-san ¿Qué se te ofrece? – preguntó con un tono mas tranquilo.

- Es que vine a ver si Kirishima-san se encontraba aquí ¿no sabe donde esta?

- ¿Y por qué demonios debería saber donde esta? – dijo el peliazul ya con una venita marcada en su frente.

- E-es que bueno... ahora que lo recuerdo, me dijo que se fue al baño – sin decir mas escapó para no ser victima de la ira de Yokozawa....

"Como si no fuera suficiente con encontrármelo en la oficina. Para colmo ese debería trabajar en la mafia, no hace mas que agrandarme la deuda" pensó Yokozawa mientras el castaño tomaba asiento frente a él.

- Y Bien. ¿se te apetece algo?

- No tengo hambre

- Entonces yo ordenare por ti.

- Tsk... Como quieras...

- Oye. No seas tan frio... solo hablemos ¿quieres? – dijo tratando de calmar el ambiente. "Esto no esta funcionando" pensó, ahora lo tenia a su lado pero el Oso estaba mas distante que cuando no hablaban. Encima no bajaba la guardia desde que lo besó.

- Si quieres hablar búscate a otro.

- Contigo estoy bien...

Para Kirishima las cosas se estaban complicando, lograba alejarlo de Takano pero tampoco podía hacer algún avance con él. Simplemente el oso no hacia mas que alejarse de él aunque estuvieran uno al lado del otro, rara vez se mostraba tranquilo o accesible teniendo alguna falsa esperanza pero luego este se volvía aun más frio y su mirada ya no solo mostraba indiferencia sino también algo de rencor? La situación se le escapaba de las manos. Sin embargo nuevamente otra oportunidad se le aparecía, uno con el cual podría darle un nuevo giro a las cosas, tal vez ahora el Oso podría confiar más en él.