8. Remembranzas: Nii-san y Yo

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El peliazul se dirigió a su habitación llevando un té para calmar los nervios, el intento de dormir era vano; sentándose tomo un sorbo y volvió al pasado en sus pensamientos ahora en compañía de Sorata que desde esa vez, salía del cuarto de Hiyori a media noche para estar al lado de Yokozawa.

Pasado.

Pov. Takafumi

- Baloncesto - sentencio mi padre. No tenia otra opción más que asentir, dicho esto Nii-san me llevo del brazo para no quedarnos más en ese sitio. Sin embargo el rumbo en el que íbamos fue desconocido para mí.

- Espera... Nii-san... dijiste que iríamos al parque - ciertamente me tomó por sorpresa cuando lo dijo pero ahora no sabia que era lo que pasaba por su cabeza.

- También dije que iríamos con unos amigos. Pero primero vamos a las tiendas, no puedes ir en esas fachas.

- ¿Que tienen de malo mis ropas? - pregunté- ¿acaso iremos a algún lugar especial? - no me respondió, solo me llevo con una sonrisa de lado.

En la tienda.

- ¿Qué clase de broma es esta? - dije mirándome al espejo - No, No No ¡Ni pienses que usare algo como esto!

- Yo no le veo el problema, si te ves bien

- Tu no lo entiendes Nii-san y esto no se me bien, así parezco un... un... olvídalo - suspiré - además si mis padres me ven con esto, no volveré a ver la luz del día.

- No tienen porque saberlo, además lo que traes puesto es algo normal, siempre usas cosas demasiado holgadas o grandes y esto es ropa que se adecua mas a ti - dijo observándome de pies a cabeza - Sip, definitivamente te ves muy bonito.

- ¡Deja de burlarte! Será mejor que me quite esto. Me voy a casa.

- Yo no me estoy burlando - me abrazo por la espalda y dirigió mi vista hacia el espejo - mírate bien, ¿de verdad crees que me burlaría de ti? Es solo que no estas acostumbrado y solo tienes que quererte mas, de verdad te queda muy bien.

- ¿Al menos podríamos cambiar el pantalón? Estos me aprietan demasiado - dije con un aire de resignación.

- Pero... si son de tu talla - me respondió, realmente no lo entendía - Esta bien buscaremos otro mas cómodo para ti, pero de tu talla. - soltó un suspiro y me miro a los ojos - Quiero que te sientas bien contigo mismo, además si realmente no te gusta esta ropa la devolveré, quiero que te sientas a gusto con mi regalo.

- ¿Regalo? Pero ¿por que? si no es mi cumpleaños o algo parecido

- Pero cuando fue tu cumpleaños la pasaste solo y yo no pude darte nada - me reclamo - además esto no es lo único para ti.

- No debiste... espera... ¿hay mas? - el me asintió con la cabeza y me seguía viendo a través del espejo - ... Etto... Nii-san... me podrías soltar ya - dije - esto es demasiado incomodo.

- ¿Es en serio? Entonces ¿Qué será cuando aparezca algún pretendiente? - dijo afianzando su abrazo - Aun así no dejare que cualquiera te lleve de mi lado.

- ¡¡¡Ya suéltame!!! Y deja de hacer bromas de mal gusto - me deshice del agarre de mi hermano - Dijiste que no te burlarías de mi.

- Lo del pretendiente lo dije en serio - me hablo con calma, al parecer estaba comenzando a alterarme - Solo, no pensé que lo tomaras tan mal. Ven, vámonos. - me saco de la tienda y me metió en otra.

SIEMPRE FUISTE TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora