¿Sirviéndote?

1.4. Prefiero dormir

Me ahogo. No puedo con todo lo que está pasando. La presión de que pueda o no estar embarazada, le miento a mi madre, Alice puede contarle a alguien, Liam que solo aparece para molestar, es demasiado. Tengo que salir, pensar en cómo resolver esto, qué hacer, como no sentirme mal. Con tantas personas encima de mí no creo si quiera tener paz. Por eso saldré a dar una vuelta.

Me cambié rápido y salí del cuarto con cuidado, no quiero ser vista, no quiero fingir estar bien. logré pasar la cocina y el vestíbulo, la salida estaba tan cerca, ya podía oler la libertad.

—¿Taylor?

Maldita sea.

—Quiero estar sola un momento —le respondo a Alice—, vuelvo en una hora —dije abriendo la puerta y de repente entra una chica, tal vez me da las gracias por haber sido tan inconscientemente amable.

—Hola, ¿está Liam en casa? —pregunta la chica, de nada estúpida. Miré a Alice para que le respondiera, no tengo idea en donde está ese bueno para nada, tampoco me interesa saber, que se quite de la puerta. 

—Sí, ¿quién lo busca? —pregunta Alice.

—Soy Hannah una amiga —dice con una sonrisa. Claro que lo es. No es que sea de esas personas que se fijan en la vestimenta de los demás pero debo decir que para ser una "amiga" viste muy provocativa para visitar a su "amigo".

—¿Las amigas ahora visten como prostitutas? —¿pensé en voz alta? Alice acaba de decirle eso.

—Escucha niña, dile a Liam que su amiga —entona con orgullo el "amiga"— está aquí esperándolo, no quiero problemas. 

—¿Le dirás que su hermana menor —ahora Alice enfatiza "menor"— no dejó pasar a una extraña que dice ser su amiga? —me sorprende ver lo mucho que lo defiende.

La chica gira los ojos y me empuja hacia un lado entrando a la casa, Dios, ya no puedes ser espectadora anónima hoy en día. Le diría algo pero no es mi casa, no es mi hermano y no me interesa para nada esta chica.

—¿Tú quien eres? —me pregunta, seguro se dio cuenta de que no empujó un saco de papas.

iba a responder pero...

—La sirvienta —dice Liam, quien viene bajando las escaleras. La chica se rió un poco.

—¿Esa fue la chica a la que le cayó el cubo de vomito? —volvió a reír. Los ricos y su sentido del humor, ¿quién se ríe de alguien así?

—Sí, es ella –dice Liam acercándose a la chica.

—No es gracioso —dice Alice en mi defensa.

—Tal vez le vieras el lado divertido si no fueras su amiga —me observa riendo.

Es tan desagradable. Me hizo pasar ese mal rato en esa fiesta y ahora me humilla delante de estas dos chicas.

—Creo que Alice es lo bastante grande como para elegir sus amigos –dije. Ok, Taylor, no agreguemos el vivir en la calle a la lista de problemas.

—No puede involucrarse con la servidumbre, donde perteneces —dijo Liam mirando a la chica, la cual reía muy a gusto.

Quería llorar. Me hago la fuerte en ocasiones pero es ahí cuando más sufro. Quisiera responderle como a una persona normal, pero está en juego el trabajo de mi madre, el mío y nuestro hogar. Supongo que ahora sí calladita me veo más bonita.

—Cállate Liam, no sabes lo que dices —habla Alice.

—Como sea, ¿qué, vas a salir? –le pregunta.

—Sí, saldré con Taylor —no la invité pero ya qué, me defendió, se ganó mi compañía.

—¿A dónde? –preguntó.