1.3. Lo siento

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Eran las 6 de la mañana y ya me encontraba frente a la puerta de la casa de los Evans. Estaba sucia, despeinada, maltratada y... violada. Esto no puede estar pasándome, tenía frío estaba adolorida en mi entrepierna, apenas si podía caminar.

Nunca le perdonaría a Liam lo que me hizo, esto que me pasó fue su culpa, si no me hubiera invitado, si no hubiese preparado esa trampa para mí, aún seguiría con mi inocencia. Me cansé de sus juegos. Debería contarle a mi madre pero no puedo, no me salen las palabras, todo fue muy traumático, aún pienso en lo que ese hombre me hizo y lo que me llevó a ese callejón. Lo odio, lo odio.

Entré lo más silenciosamente posible, nadie e incluso mi madre deben saber que llegué a esta hora, me haría quedar mal.

—Por Dios Taylor, ¿qué te pasó? —maldición, escucho como Alice baja las escaleras, yo trato de ignorarla—. Déjame ayudarte —dice mientras toma mi brazo, pero bruscamente me suelto.

—Aléjate de mí —dije y seguí mi camino hacia mi cuarto.

—¿Qué te pasó? Te ves mal —parece preocupada.

—¡Ya para de insistir! —medio grité, puedo estar molesta pero no suicida—. No quiero saber nada de ti ni de tu estúpido hermano —comencé a llorar recordando lo qué pasó—. Son horribles.

—Oye tranquila —trata de abrazarme hasta que por fin cedo—, tranquila, subamos a mi cuarto para que te duches ¿sí? Por favor.

—¿Qué, van a lanzarme algo más? —me alejo—. Déjame en paz.

—Taylor, tú mamá no puede verte así y hay cosas que debes saber, por favor acompáñame.

No quería que mi madre me viera así, se prendería la casa en llamas y no estoy para responder a todas las preguntas que me hará. Al fin acepté ir a cambiarme al cuarto de Alice.

Dejó que usara su baño para limpiarme, trajo toallas y ropa para que pudiera vestirme. Al salir del baño me sequé y coloqué la ropa que trajo en la cama. Pero me quedé mirándola.

—Linda ¿dime qué pasó? —dice mientras que se sienta sobre su cama. No quiero contarle pero si no le digo a alguien me matará por dentro y necesito ayuda.

—Alice —sólo pude nombrarla, las lágrimas no me dejaron continuar.

—Shh, tranquila, no quiero presionarte —me acaricia la cabeza

Después de unos segundos junté fuerzas y empecé a contarle.

—Cuando salí de la fiesta, fui caminando por un lugar al que nunca había ido, estaba oscuro —y empecé a llorar—, apenas podía ver —me cubrí la nariz—, y... y un hombre se me acercó —paré un segundo, quería decirlo lo más entendible posible, ya no quisiera volver a mencionar esa palabra— me viol...

—No Taylor no —me interrumpe Alice quien se cubrió la boca al instante y comenzó a llorar.

Estaba molesta con ella también pero debía llorar, debía llorar con alguien. Puede que se su parte sean lagrimas de cocodrilo, no creo que le duela en serio lo que me pasó, solo espero que no vaya a hacer un escándalo.

—Taylor lo siento tanto yo... —se corta su voz—. Yo quise evitar esto te lo prom...

—¿¡Qué tú qué!? —y saqué mi ira— ¿Sabías cuál era su plan? —asiente— ¡Pudiste advertirme antes de que me subiera al auto de Liam! —me levanto rápidamente y llevo mis manos a mi cabeza.

—No podía decírtelo en sí, por eso te trataba mal, quería que te enojaras y no fueras a la fiesta —se levanta conmigo.

—¡Vaya, gracias! ¿Te amenazaron de muerte si me contabas lo que tramaban? —la observo, fue un error venir aquí—. ¿Y lo de la salida, también quisiste ayudar?

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