1.6. Vacaciones

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Lin me invitó con su familia a pasarnos un fin de semana a una villa a las afueras de la ciudad, acepté con ganas de salir de este ambiente. Me cayó como anillo al dedo, sí que he estado la ley de atracción, debería hacerlo con la buena fortuna, aunque ya lo soy, mi madre está bien, tenemos un techo sobre nuestras cabezas y comida, la salud es importante y por eso también somos afortunados.

Quería contarle a Lin sobre mí, ella también insistió y le he contado ya saben, la parte buena, no quiero arruinar el viaje con esa historia tan triste, la he callado desde que ocurrió, puedo hacerlo por este fin de semana, así que me olvidaré de eso.

Ya tenía la maleta que llevaré en el recibidor, Lin dijo que me pasarían a recoger y desde temprano alisté todo, no quisiera hacerlos esperar. Alice estuvo un rato conmigo y dijo que me envidiaba porque me iría de vacaciones por este fin de semana, como si todos los días para ella no fueran de vacaciones, reí al pensar en eso.

Liam bajaba las escaleras y nuestras miradas se cruzaron, rápido la aparté y él solo terminó de bajar y se fue. La verdad esperaba un comentario o que intentara hablarme, la costumbre, será que por fin comprendió que nada arreglaría lo que hizo y que su cuento de querer arreglar las cosas no era cierto. Siempre me digo que no debo seguir pensando en él pero es difícil saben, llevo rencor dentro y es un sentimiento que no podré desahogar nunca con él. Sí lo odiaba.

El sonido de un claxon me sacó de mis pensamientos, fui rápido a mi cuarto y me despedí de mi madre, quien se encontraba en el escritorio con unos papeles en mano.

-Cuídate, me avisas cuando llegues -me dice y le respondo con un "sí".

Salí corriendo del cuarto, agarré mi maleta y cerré la puerta detrás de mí, que emoción.

-Buenos días -saludé al entrar.

-Hola Taylor, ¿cómo estás? -me saluda la madre de Lin, su padre igual me saludó y su hermano.

-Emocionada -dije y todos rieron.

Fuimos por la carretera y observaba el paisaje, todo verde y grandes arboles. De vez en cuando nos tomábamos fotos y nos paramos para comprar cosas para el viaje. Hablábamos de lo que haríamos al llegar, sobre la playa y hasta del susto de encontrarnos un tiburón, algo de tomar en consideración.

Recibí un mensaje.

-No te despediste, espero que te vaya bien, me mandas fotos -era Alice, sonreí y le escribí que sí.

Ya no quiero usar el celular, prefiero observar todo y disfrutar con los que están en el momento.

(...)

Al llegar a la villa todo era tan lindo y elegante, era de esas villas que podías alquilar. Es de una planta pero es bastante espaciosa y tiene un cielorraso increíble y la lampara que colgaba de él ni se diga. Tiene piscina y el mar se fue al frente, era una vista verdaderamente hermosa. Hay muchas habitaciones pero Lin y yo quisimos compartir una, mientras sus padres tomaban la principal y su hermano mayor ocupaba la de al lado.

-Bueno, ponte el traje de baño más perro que tengas -dijo saliendo don un bañador que le quedaba muy bien-, que es a romper ojos que vamos a la playa -terminó de hablar y yo no paraba de reír, era muy recurrente y siempre me empujaba a vestir y tener una actitud más suelta en la vida.

-¿No puedo ir en pantalones cortos? -pregunto para ver su reacción y ella solo me miró seriamente y saqué el bañador-, calma pueblo -dije y entré al baño para cambiarme.

La verdad mi cuerpo estaba bien, no estaba tonificado ni se parecía al de una barbie pero tenía buenos atributos que casi nunca mostraba. Salí y ella se me quedó viendo mientras me elogiaba, reía por sus comentarios y sacaba lo que me llevaría a la playa. La madre de Lin nos toca la puerta para apurarnos, le respondimos que ya salíamos y así fue.

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