Al día siguiente...
Ya estaba cambiada y me encontraba al frente del cuarto de Liam. Toqué tres veces la puerta hasta que escucho como gritan "pasa".
Entré despacio y teniendo cuidado para no caer, pero era imposible no tropezar, habían tantas cosas tiradas por la habitación, que si no fuera por su obvia apariencia, diría qué hay un niño de 10 años viviendo en él. Parece que tuvo una fiesta o quien sabe una pijamada.
—¿Pero qué es esto? —pregunté indignada.
—¿Desorden? —dice alzando los hombros mientras traía un balón en la mano izquierda—. Limpia todo pero ya — y se lanzó en su cama a usar su celular, era la única parte del cuarto que estaba organizada. Gracias Dios.
Había ropa tirada por todas partes, una maleta por aquí y otra por allá, su armario era todo un caos. Ojalá Alice sea más organiza. Tengo mucha tarea por hacer de la preparatoria que al parecer no se hará en este fin de semana, genial.
En fin, es mi deber vigilar que los cuartos estén limpios pero, ¿me pregunto si él se quedará ahí?, espero que no, sería incómodo más que no le agrado.
—¿No se irá? —pregunté con más pena que vergüenza, prácticamente le estoy echando de su cuarto. Pero esto lo dije en voz baja, no quería ser muy imprudente.
—¿Me estás echando de mi propio cuarto? —se levanta de la cama con un vaso de agua—.¿Quieres qué me vaya? —preguntó una vez estando cerca de mí. Fuera lo normal, nadie se queda a ver cómo limpian su cuarto, a menos que... le guste lo que ve.
—N... no... yo... sólo preguntaba, si quieres quédate —ya estaba nerviosa y más por su cercanía.
—Me quedaré —dijo y giró el vaso que tenía hacia abajo dejando caer toda el agua que contenía—. Ahora limpia todo —y al decir eso soltó de entre sus manos el vaso que era de cristal, y al caer este se rompió en inmensos pedacitos filosos.
—¿¡Por qué hiciste eso!? —pregunté aún procesando lo que había hecho.
—Porque quise —dijo y volvió a su cama a usar su celular.
No entiendo, ¿qué le he hecho para recibir este trato? También soy una persona, no solo alguien de servicio, merecemos respeto y consideración. Tal vez porque tiene dinero se cree supermán.
Resignada me dispuse a limpiar, en silencio, mientras veía como sus fríos ojos analizaban cada movimiento que hacía.
Arreglé su armario, organicé su ropa, sus zapatos y coloqué las maletas en un rincón del cuarto. Los cristales rotos estaban por todas partes y ya me había colocado unos guantes para recoger los trocitos más grandes, luego, con la aspiradora recogería los trozos más pequeños.
Ya había terminado y sólo estaba recogiendo los utensilios de limpieza. Estaba un poco cansada y como había dicho tengo tareas sin terminar, así que al llegar a mi cuarto me daré una corta ducha y después a la cama.
—Ya terminé, ¿desea otra cosa? —pregunté fingiendo que tenía pilas al 100%.
—No, ya vete —dijo frío se levantó de la cama y salió por la puerta cerrándola de un portazo. Vaya, yo también me molestaría si alguien más limpiase mi cuarto. Es broma, ojalá.
Terminé con ese gran caos y fui por la habitación de Alice. Sin duda es más organizada que su hermano, solo tenía que acomodar la cama y listo. Estaba arreglando el último cojín cuando del baño sale Alice envuelta en una toalla. Giré rápidamente.
—Buenos días señorita Evans, solo vine a cambiarle las sabanas, con su permiso —fui rápida al decirlo.
—Está bien, no te preocupes, para la próxima colocaré un cartel que diga "no molestar" —río y yo solo la miré como "no me dio gracia pero sonreiré igual".
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¿Sirviéndote?
Novela JuvenilMi madre tiene muchos problemas financieros y los ayuda a pagar trabajando como sirviente en la casa de unos ricos que gracias a dios son muy amables y humildes. El caso es que mi madre no tiene el dinero necesario para pagar mis estudios por lo que...