Han pasado días desde que Liam y yo tuvimos esa conversación. Lo noto más abierto conmigo y hasta hablamos de vez en cuando, de cualquier tema. No digo que seamos tan unidos, pero nunca pensé que le llamaría "amigo", es que de verdad no sé lo qué pasa.
Nunca lo encaré con la verdad y pues él tampoco se preocupó por seguir preguntando sobre lo que estaba apunto de contarle ese día que me contó sobre aquella chica que lo hizo sufrir. Nunca más tocamos ese tema, al parecer le dolía mucho.
Ya estaba lista para salir a la escuela en el autobús, espero que esta vez sí pase. Vi a mi madre quien como saben tenía que trabajar, me daba pena no poder ayudarla por los estudios y casi ni la veía, al llegar de la escuela tendría mis propios deberes.
Estaba sentada al borde de la cama hablando con Lin, siempre estaba activa por las mañanas. Luego de responder a su último mensaje, me senté junto a la ventana. A veces pienso como sería mi vida si tuviera dinero así como los Evans, tal vez sería como ellos, egocéntricos y pretensiosos, no creo que el dinero tenga la fuerza suficiente para cambiar a una persona ¿o sí?
—¿En qué piensas? —pregunta mamá sentándose frente a mí.
—En cómo sería nuestra vida si tuviéramos dinero —reí irónica—, se vale soñar ¿no? —alcé los hombros.
—Cariño —acarició mi cabello mojado—. Con dinero y sin dinero somos felices ¿o no? —acaricia mi mejilla.
—Claro que sí —estando con ella me siento querida, protegida, siento que puedo hablarle de cualquier cosa y que me entenderá sin problemas. Ella, mi madre... mi mejor amiga.
—Taylor, si trabajo mucho es por ti, para que tengas una muy buena educación y te prometo que en un futuro no muy lejano —alzó su dedo índice—, saldremos de aquí y tendremos nuestra propia mansión y nuestro propio servicio.
—¿Lo prometes? —dije alzando mi dedo meñique.
—Lo prometo —responde y ambas cruzamos los dedos.
—Te quiero —dije tiernamente.
—También yo —besó mi frente—, ¿ya te vas? –pregunta alejándose de mi y tratando de colocarse un collar.
—Si, pero ven te ayudo —dije acercándome a ella para ayudarle—, listo.
—Gracias y que te vaya bien –dice sonriendo y le devolví la sonrisa.
—Adiós –agité mi mano en forma de despedida y salí del cuarto.
Al entrar a la cocina se encontraban Liam y Alice hablando, se detuvieron al verme.
—Buenos días —saludé.
—Buenos días —dijeron ambos al mismo tiempo.
—¿Vienes con nosotros? —pregunta Alice, que tierna, pero no.
—No...yo... —miré a Liam quien me observaba fijamente esperando mi respuesta—, tomaré el autobús –dije tratando de sonar lo más normal que podía, ¿viaje en autobús? pss, más cómodo que un Roll Royce.
—Bueno, ya oíste Alice, no insistas más, vámonos —dijo Liam tomando sus llaves. Me chocó un poco su respuesta.
—Iré contigo —dijo Alice mirándome sonriente.
—¿Qué? —pregunta Liam y se veía algo molesto.
—No es tu decisión ¿nos vamos? —le responde Alice y me arrastra fuera de la cocina.
—Alice no creo que sea apropia... —le quería hacer reaccionar, mi Roll Royce no suele ser muy higiénico, y conociéndola el camino sería todo un dolor de cabeza.
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¿Sirviéndote?
Teen FictionMi madre tiene muchos problemas financieros y los ayuda a pagar trabajando como sirviente en la casa de unos ricos que gracias a dios son muy amables y humildes. El caso es que mi madre no tiene el dinero necesario para pagar mis estudios por lo que...